Para producir especies que hoy se importan
Buscan que la fruta sea el motor de la producción en el norte
El Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) en Yuto (Jujuy) es el impulsor de una red provincial que busca fortalecer e instalar a la fruticultura como una alternativa válida para productores del Norte del país.
Con una ubicación de privilegio, el noroeste argentino puede abastecer parcialmente al mercado nacional con frutales tropicales y subtropicales. “Producimos frutas tropicales de calidad”, aseguró Alejandro Murphy, gerente de la Asociación de Productores de Frutas y Hortalizas.
“Nuestro objetivo es que se conozca lo que producimos aquí en Salta: bananas, mangos, paltas, papayas y ananás, frutas que en su mayoría se importan”, agregó.
Se anunció que todo el potencial del sector se mostrará en INTA Expone Región NOA en Salta, del 20 al 22 de abril.
La fruticultura argentina tiene un rol motorizador en las economías regionales a lo largo de toda la cadena, desde la producción primaria hasta las industrias elaboradoras alimentos –jugos, aceites, esencias y dulces–. “Es una actividad competitiva y con enorme potencial”, indicó Murphy.
José Minetti, director del INTA Yuto, destacó que desde el instituto trabajan para “desarrollar un producto con identidad argentina”. Esta iniciativa, ayudará a estimular la producción de banana, ananá, mango, palta y papaya.
“Aunque sea difícil de creer, la Argentina tiene capacidades agronómicas para producir estas especies que hoy se importan”.
En este sentido, el INTA Yuto junto con el gobierno de la provincia de Salta y la Asociación de productores de frutas y hortalizas de esa provincia formaron un cluster para impulsar el desarrollo del sector.
“Para nosotros, el rol del INTA es fundamental para la consolidación de la producción, el desarrollo de cultivos genéticamente competitivos y de calidad”, explicó Murphy, representante del cluster. En Jujuy, el INTA tiene un centro de investigación especializado en los frutos tropicales.
Según los expertos, lo primero es desarrollar variedades resistentes a las condiciones subtropicales imperantes en el norte argentino y desarrollar tecnologías de manejo. “Es que esta región es subtropical. Por lo tanto, más de una vez se corre el riesgo de que las cosechas se pierdan por las bajas temperaturas”, señaló Minetti.
“El plan de competitividad que se impulsó desde el cluster incluye el desarrollo de prácticas para el control de heladas en estos frutales, entre ellas la poda, el riego y la cobertura de los cultivos”, agregó el director.
Las líneas de trabajo planteadas incluyen la mejora de calidad, competitividad, sanidad e incremento de la producción de las frutas tropicales para garantizar la oferta y su distribución de manera uniforme durante todo el año.