Nuevo presidente de la Cámara de Armadores de Remolcadores
Se trata de Christian Burgauer, director de Svitzer, con quien conversamos sobre los desafíos del sector y el enfoque que buscará darle a esta nueva gestión.
"Queremos ser más activos, porque tenemos una voz importante que hacer llegar", destacó el flamante titular de la Cámara de Remolcadores, Christian Burgauer en una entrevista en exclusiva con Comex Online.
En tal sentido agregó que hay muchos temas de seguridad en la navegación en donde desde la Cámara pueden tener una opinión relevante y colaborar "tenemos que mejorar el diálogo con las oficinas gubernamentales, con la Prefectura Naval Argentina, con la Subsecretaría de Puertos y Vías Navegables de la Nación, ya que hay personas dentro de nuestras empresas con mucha experiencia en todos los temas de seguridad de la navegación, por lo cual buscamos poder colaborar estrechamente, con mayor participación y visibilidad, apuntamos a ser una voz que se escuche."
También en esta nueva integración de la comisión directiva explicó que la impronta es de un enfoque más federal y participativo, "hemos tratado de hacer una comisión directiva en donde no solo estén representados los grandes armadores de remolcadores, sino que estén presentes todas las empresas sin importar su tamaño u origen" recalcó.
Como nuevo presidente de la Cámara ¿cómo ve la actividad del remolque en la actualidad?
Christian Burgauer: Nosotros creemos, por ejemplo, que en el Río Paraná el remolque es una necesidad mayor y que nuestro servicio no encarece la carga sino que la abarata, y a su vez hace más segura, eficiente y rápida la operación de los buques mayores. Con tarifas razonables, muy seguramente lo que muchos ven linealmente como un costo, puede transformarse en una ventaja no solo por la prevención de incidentes, como por el ahorro en tiempos y consumos que la asistencia de un remolcador puede lograr.
Incluso tenemos estudios preliminares en ese sentido, sobre el tiempo de navegación de los buques y cómo agilizar el movimiento en el río usando las zonas de giro como zonas de espera, ya que eso puede favorecer la velocidad de operación de los buques.
También si se evita navegar para buscar la zona de giro innecesariamente, podemos colaborar con la mejora del ambiente, reduciendo las emisiones de CO2 y los riesgos propios de la navegación.
En zona de Up River hay tres o cuatro mil buques por año de exportación de granos, de los cuales solo una proporción menor usa remolque.
No todos los puertos son iguales, si bien varias terminales piden remolque, hay otras terminales o usuarios que prefieren no tenerlo, alegando diferentes circunstancias, como el aumento del costo de la operación o eventuales problemas de origen gremial.
Nosotros entendemos que si gobierno, empresas y sindicatos trabajamos en conjunto, podríamos operar más y crear más fuentes de trabajo colaborando a su vez con una mayor eficiencia en el proceso logístico de la carga. Nosotros estamos convencidos que el remolque debe ser una ayuda al Armador y no una molestia o un sobrecosto. Para ello las empresas de remolcadores debemos contar con costos acotados que nos permitan ofrecer a nuestros clientes tarifas competitivas que reflejen la seguridad que podemos aportar, lo que permite a su vez dar mayor margen de seguridad evitando incidentes que lamentablemente suelen ocurrir.
¿Cómo están trabajando en otros puertos?
C.B.: En el resto de los puertos en los que trabajan los asociados de la C.A.R., el remolque es un servicio obligatorio que obedece a razones legales contenidas en nuestro ordenamiento que nace de la Ley 20094 hasta el Reginave. Son puertos en los que existe una buena y sana competencia entre empresas de primera línea, contando por supuesto entre ellos el Puerto de Buenos Aires, La Plata, Bahía Blanca y Necochea, como los principales en movimientos de recaladas de buques oceánicos y de tráfico de cabotaje.
¿Y cómo se encuentra la operación en ese sentido?
C.B.: El año pasado ha sido un buen año en volumen de operaciones en los puertos de granos. Enero de 2023 no fue un mal mes, pero en febrero podemos notar una merma pronunciada, por el efecto de la sequía pero también por el hecho de haber adelantado exportaciones por el beneficio del dólar especial que han tenido los exportadores. Esto se ha visto claramente en los meses siguientes al que hubo dólar soja, se registró un impacto muy al alza de las operaciones y los buques que nosotros atendemos, incluso tuvimos un octubre mucho mejor que en los últimos años.
En noviembre cayó un poco la operación, diciembre fue mejor, pero ese dólar especial para los exportadores ha tenido un efecto de mayor volumen, y no sabemos cuánto está repercutiendo en los volúmenes actuales el no continuar con eso. La sequía impactó fuerte, pero cuando se abren esos acuerdos especiales, siempre el que está cerrando sus operaciones está esperando el próximo beneficio especial, y se retiene la carga para volver a tener el beneficio.
En cuanto a actividades de la Cámara, ¿van a poner el acento en la capacitación? ¿Hay idea de fomentar la capacitación desde la Cámara?
C.B.: Por supuesto, nosotros también consideramos que hay temas de titulación con los tripulantes que se pueden mejorar trabajando en conjunto con los sindicatos y con las autoridades.
Eso es un tema que hasta ahora está exclusivamente en los sindicatos y nosotros creemos que deberíamos conversar más con ellos, y tenemos una posición de diálogo en ese sentido, no queremos interferir sino que creemos que tenemos que colaborar tanto con los sindicatos cuando brindan capacitación, como con la Autoridad para mantener las libretas vigentes y hacerles notar las problemáticas que nosotros tenemos en la capacitación, con énfasis en la seguridad de los tripulantes.
Es decir, lograr un mayor diálogo pero en el sentido de colaborar para que ellos noten la problemática que tenemos y podamos tener un ambiente más profesional y más seguro.
Cantidad y necesidad de remolques
¿Cuántos remolques hay operando?
C.B.: En la Cámara debe haber alrededor de 50 ó 60 remolcadores, habiendo algunos operadores por fuera de la cámara, porque hay muchas empresas que no son miembros de la cámara, que esperemos con el tiempo se vayan sumando a nuestra asociación.
¿Están con remolques en la zona de Rosario, San Lorenzo?
C.B.: hay muchos remolques trabajando en la zona, pero a varias de las empresas se nos ha presentado el problema de no tener suficiente volumen de recaladas para mantener una operación sustentable, hay varias empresas de remolques ofreciendo sus servicios pero muchos no tenemos la masa crítica suficiente para mantener un remolcador operando y que sea rentable. Y además, como expresé antes, de las 25 terminales que hay en dicha área, en solo 4 el remolque resulta un servicio obligatorio, no obstante el sinnúmero de incidentes que ocurren en dicha zona tan sensible para la economía del país como abordajes contra instalaciones fijas o flotantes, buques con problemas de fondeo o máquinas, o varaduras que suelen entorpecer o obturar la navegación en el canal, que es una de las puertas de salida de granos más importante del país.
Lo que nos ha pasado como industria es que la baja relativa del tipo de cambio en los últimos dos años -es decir que el tipo de cambio suba por debajo de la inflación, y que los costos ya sea salariales, de servicios, de combustible, suban al nivel de la inflación-, eso nos ha jugado muy en contra como industria.
Hace solo unos pocos años en Rosario con 12 buques que atendiéramos por mes, pagábamos el costo del remolcador; pero el año pasado necesitabas en promedio 20 buques para no tener pérdidas, y eso es porque el tipo de cambio se deterioró como en un 50 por ciento respecto a l a inflación
Caso Bahía Blanca ¿qué expectativas hay con el desarrollo de Vaca Muerta, la exportación de gas, están pensando incrementar participación en esa zona?
C.B.: Muy probablemente sí, nosotros como país hoy importamos gas en el invierno, cuando exportemos gas en nuestro invierno al hemisferio sur, y en el invierno del hemisferio norte al hemisferio norte, potencialmente el negocio de la exportación de gas será de un año completo.
También está el tema de petróleo, por ejemplo en Puerto Rosales empezaron la construcción de un muelle, que dentro de 13 a 15 meses estaría terminado y podrá recibir mas cantidad de buques y mas grandes así que ahí hay mucho potencial de crecimiento.
Quequén sigue operando muy bien, también por su gran movimiento de granos y fertilizantes, aunque el viento a veces no colabora y el puerto se suele cerrar por razones de seguridad.
Mas al sur del país la operación de remolque es marginal, salvo algún cliente que nos pueda pedir alguna operación puntual, aunque eso encarece mucho una operación, tal vez podría haber algo más sustentable atendiendo la operación de forma permanente, creo que ahí también hay que hacer un trabajo de promoción del remolque.
Por útlimo ¿Qué otros problemas aquejan al sector?
C.B.: El tema de las restricciones a las importaciones está siendo un problema muy serio. Hay remolcadores que no pueden ser reparados por la escasez de repuestos. Estamos mateniéndolos con lo que contamos en stock, y en las reparaciones de media vida debemos limitar los alcances en función de los repuestos disponibles.
Por otra parte, teniendo en cuenta el alto impacto de los costos salariales, la reducción de aportes patronales es una necesidad imperiosa.