¿Cómo fue el operativo de salvataje para liberar el buque que colisionó contra el puente Zárate Brazo Largo?

¿Qué equipos y personal tuvieron que destinar a este trabajo?

Carlos Paz: En este caso se intervino con el departamento técnico para el análisis de la situación, un team de buzos para tener nuestros ojos bajo el agua y entender la caprichosa posición que adoptó el barco. Con ingenieria y pericia naval para calcular y elaborar el plan de salvamento y la asistencia externa de los remolcadores y un perito en navegación para cubrir los aspectos de la navegación hasta el muelle Piapsa

¿Cuáles fueron las tareas puntuales que tuvieron que hacer?

C.P.: Las tareas puntuales fueron inspeccionar la situación de contacto del buque con el puente y sus fundaciones, calcular los esfuerzos que el buque aplicaba al puente por su desplazamiento y condición de trimado, poner esos datos en la computadora de momentos flectores y establecer una condición de zafado del encallamiento que estuviera dentro de esos límites seguros de ambos. Después de ello llevar el buque a lugar seguro para su reparación y que se libere la navegación del Paraná.

¿Con qué dificultades se encontraron? 

C.P.: La situación de incrustamiento del buque en la estructura no nos permitió, como hacemos habitualmente, obturar y recuperar compartimentos, sumado a la necesidad de un trabajo relámpago para liberar la vía. Así que trabajamos en la ingeniería de cálculo para lograr el objetivo casi quirúrgico.

¿Cuánto demoraron, era lo esperado? 

C.P.: Nuestro operativo duró algo más de 48 hs. Ininterrumpidas desde el trabajo de los buzos, la elaboración y autorizaciones y una maniobra muy rápida a fin de disminuir al mínimo el corte de la ruta por requerimientos de seguridad. La maniobra en sí comenzó a las 7 AM y el corte del puente a las 9,30 hasta las 11 hs que se restableció el tráfico. Habíamos previsto un corte máximo de 4 hs. Pero el sistema de lastre del buque y la altura del río ayudaron a acortar el tiempo. Todo el operativo terminó a las 16 hs.  Con una inspección final de buceo para determinar detalles del daño.

¿Cómo trabajaron junto con la asistencia de Paraná logística? ¿y con la Prefectura Naval Argentina?

C.P.: Con Paraná Logística tenemos una gran sinergia, ellos nos asisten con la parte remolques y logística con muy buen resultado. Con la Prefectura la consigna fue ganar tiempo respetando todos los parámetros de seguridad y protocolos, pero acortando los plazos burocráticos que suelen demorar los operativos. Fue una grata experiencia.

¿Qué perspectivas de trabajo tienen por delante?

C.P.: Seguimos adelante con nuestro proyecto de la Base Santa Fe que avanza muy bien, creemos que un contexto más federal en el futuro hará que mejoren el clima de negocios para los puertos del Interior. En salvamento hay varias barcazas que requerirán ser removidas cuando las condiciones del río se normalicen.

¿Cómo ven el mercado?  

C.P.: Todo cambio es una oportunidad de negocio. Si el comercio crece y Argentina se abre al mundo, seguramente las inversiones mejoren, y la flota Argentina vuelva a brillar. Es un camino largo pero posible. 

Ojalá la Argentina encuentre el camino de un crecimiento genuino que permita crear riqueza y desarrollar una sociedad más culta y equitativa basada en el esfuerzo y la capacidad.

¿Cómo se encuentra el tráfico fluvial, notan que está habiendo más accidentes, por qué motivo?   

C.P.: Creo que hubo un aumento de la siniestralidad porque después de tres años de río muy bajo, la creciente sorprendió a muchos convoyes que se habían acostumbrado a aguas tranquilas y por otro lado estas crecientes tan grandes cambian el perfil del río y hay que agarrarle la mano otra vez. El clima tan inestable y violento también hace su parte.