Rechazo en el Congreso al proyecto de desregulación de la Marina Mercante

La sesión contó con intervenciones de diputados y representantes gremiales.

Mayor difusión, lograr más consenso e intentar derogar el DNU 70 fueron los objetivos propuestos en el recinto.


28 de abrol de 2025

Esta semana, se llevó a cabo en el anexo A de la Cámara de Diputados, ubicada en el Palacio del Congreso de la Nación de la Ciudad de Buenos Aires, una audiencia pública en defensa de la Marina Mercante nacional.

La convocatoria, que fue realizada por el vicepresidente de la Comisión de Intereses Marítimos, Fluviales, Pesqueros y Portuarios, Gustavo González, reunió a gran parte del arco sindical vinculado a la actividad marítima, ante el inminente avance de la desregulación de la Marina Mercante por parte del Poder Ejecutivo.

En este marco, con una alta presencia de gremios y una baja de diputados, el encuentro duró dos horas y media y está disponible en el canal oficial de YouTube de Diputados.

Jorge Tiravassi, presidente del Centro de Capitanes de Ultramar, fue quien abrió el debate y, con claridad y convicción, se refirió al término “desregulación” que utiliza esta norma, que, para él, en realidad, “se trata de la apertura lisa y llana de las aguas argentinas a la navegación y al ejercicio del comercio por parte de buques extranjeros”.

“En nuestro país la defensa del cabotaje tiene que ver con la defensa de la soberanía de nuestro comercio interior. Está demostrado que el 50% del comercio internacional lo manejan y controlan ocho empresas de las cuales tres son de origen chino”, agregó.

Además, Tiravassi destacó la falta de voluntad del ministro de Desregulación y Transformación del Estado, Federico Sturzenegger, ya que “no intenta entender los fundamentos de los problemas de porqué los costos operativos de la Marina Mercante son altos con las circunstancias que nos toca vivir en el país”.

“Hay fallas en la logística y esto conlleva gastos. Viajes que deberían durar 15 días en un puerto eficiente, en Argentina tardan 30. Sin embargo, la norma del Gobierno no aborda ninguna de esas cuestiones, solo convierte al personal en tripulantes extranjeros. Y claro que no vamos a ser parte de tripulaciones estadounidenses o suizas, vamos a serlo de banderas de conveniencia, con precariedad laboral y ningún tipo de garantía social”.

Durante sus palabras, el presidente del Centro de Capitanes de Ultramar destacó diferentes puntos de la nueva norma y detalló las debilidades que representa cada uno de ellos para la soberanía nacional y el empleo.

Para finalizar, Tiravassi expresó: “Nosotros hemos intentado hablar con las autoridades nacionales y hacerles nuestro aporte. Sabemos que el sector empresarial también lo hizo. Ninguno ha conseguido reunirse con el Ministerio de Desregulación ni los empresarios, ni nosotros. No ha habido voluntad de encontrar una solución”.

Mariano Moreno, del Centro de Patrones,  también compartió su postura con los presentes y expresó la pena que le generaba que haya tan pocos diputados. Por otro lado, resaltó la importancia de la Marina Mercante para la soberanía nacional, para el comercio y la independencia económica: “Ejercemos la profesión con vocación. Soy capitán fluvial y el capitán no delega. El capitán se hace responsable de todas sus acciones buenas o malas, pero ante la ley es el principal responsable”.

Y continuó: “Entendemos la importancia de la figura de diputados y senadores y lo que vemos es que muchos de ellos han delegado sus responsabilidades, le han dado facultades a un poder ejecutivo que puede amenazar, en este caso, a la Marina Mercante, pero creo que no hay un solo sector productivo que quede librado del riesgo que es la destrucción de esos proyectos productivos. Da vergüenza sentir que tenemos ese tipo de legisladores y legisladoras”.

Moreno finalizó su exposición manifestando que la medida no va a generar ningún beneficio para Argentina. Para cerrar sus palabras concluyó: “La historia juzga a aquellos que traicionan, a los que no gestionan, a los que de alguna manera delegan sus facultades. La historia los va a despreciar”.

Por su parte, Ángel Raimundi, secretario adjunto de SICONARA, arremetió contra la gestión actual y declaró: “Estamos bajo el filo de la motosierra de este gobierno que viene a reivindicar las políticas aplicadas en los años 90, que solo sirvieron para ejecutar la más cruel precarización laboral que sufrieron los trabajadores del sector y que en nada contribuyó a la Marina Mercante. Esta vez el gobierno le da una vuelta más de rosca, avanza y le suma la derogación encubierta de la Ley de Cabotaje Nacional”.

El representante de SICONARA cerró su presentación expresando su profundo deseo de seguir viendo flamear la bandera argentina en el palo mayor de los buques en los ríos y los mares.

En el encuentro en defensa de la Marina Mercante y la industria naval  también dijo presente el SOMU, representado por su secretario de Relaciones Laborales, Alejandro Vargas, quien compartió con Mariano Moreno la preocupación por la poca participación de diputados en el recinto.

En ese sentido, Vargas remarcó: “Venimos a hablar de una cuestión estratégica para el desarrollo económico del país, la soberanía nacional y el trabajo argentino y de la urgente necesidad de sostener y fortalecer nuestra Marina Mercante, de proteger el cabotaje nacional y de cuidar los puestos de trabajo bajo los convenios vigentes”.

Además, el secretario de Relaciones Laborales del SOMU pidió que se ponga el tema en agenda: “pensemos más allá del corto plazo, tengamos una visión estratégica y un compromiso con nuestra historia y nuestro futuro”.

Otro de los representantes gremiales que tuvo la palabra durante la audiencia fue Oscar Mendoza, secretario de la Asociación Profesional de Capitanes y Baqueanos Fluviales. En su ponencia realizó un repaso histórico de las empresas fluviales en la Argentina con el objetivo de demostrar que existió un país grande con decisión política en materia de navegación: “Ser marino mercante era un orgullo. Sin embargo, políticas equívocas desde la década del 70 hasta la fecha han desmantelado una industria madre para una nación”.

Para finalizar, Mendoza citó una frase del ex presidente de la Nación, Arturo Illia: “no le temo a los de afuera que nos quieren comprar, les temo a los de adentro que nos quieren vender”.

Otro de los voceros durante la sesión fue Roberto Milio, subsecretario de Relaciones Exteriores e Interior del Sindicato de Dragado y Balizamiento, quien reflexionó: “Tenemos 6000 kilómetros de flota de costa fluvial y marítima. La entrega del comercio exterior supera cualquier ideología porque es entregar la soberanía lisa y llanamente. El ciudadano común da la espalda al río, al mar. La Argentina profunda da la espalda. No tiene la conciencia de lo que vamos a perder y lo que estamos perdiendo en este momento”.

Con preocupación, Milio declaró: “Estamos con el reloj de arena, en tiempo de descuento. Si se desregula la Marina Mercante argentina vamos a un colapso porque no va a existir la competitividad. Va a existir el monopolio de precios, la baja de tripulaciones y, sobre todo, la pérdida de soberanía”.

Contundente, el representante del Sindicato de Dragado y Balizamiento manifestó que abrir las fronteras en nombre de una ideología foránea, ajena a nuestra historia y realidad, es como vestir de gala a un cadáver: “No se le devuelve la vida, solo se lo embellece para su funeral”.

Cabe destacar que también estuvo presente el presidente del Centro de Jefes Oficiales y Maquinistas Navales, Eduardo Mayotti, y entre algunos de los legisladores en el recinto se encontraban, por el Frente de Izquierda: Nicolás Del Caño, Vanina Biasi y Christian Castillo; por Unión por la Patria: Carolina Yutrovic, Sabrina Selva, Andrea Freites, Gustavo González, Julia Strada y Eugenia Alianiello.

La diputada Biasi fue la primera de su bloque en tomar la palabra, quien, decepcionada, dijo: “Comunico, con tristeza, que el nuestro no es un congreso que está del lado de los trabajadores, sino uno que le brinda los créditos al Gobierno Nacional para que destruya actividades enteras. Lamento decirles que el Presidente cuenta con una gran colaboración de diferentes sectores políticos para avanzar en una política tan reaccionaria. Le quieren dar el remate final a la actividad”.

Por su parte, Sabrina Selva, de Unión por la Patria, sentenció al Poder Ejecutivo:

“Se trata de una nefasta decisión del Gobierno que no se lleva puesta solo la Marina Mercante, se lleva puesta la Industria Naval y la soberanía. Habilita la dependencia extranjera y nos quita la posibilidad de cuidar nuestro mar. Es un retroceso geopolítico”.

Con una actitud proactiva, Selva interpeló a los presentes con un plan de acción: “Tenemos que pensar una agenda legislativa para avanzar en varios proyectos que hay en torno al fomento de la Marina Mercante y de la industria naval”.

Christian Castillo, del Frente de Izquierda, advirtió: “El que no pelea lo pasan por encima”.

El diputado recordó la Ley Ómnibus del Gobierno y denunció a los funcionarios que vendieron sus votos para que pudieran aprobarla en una segunda instancia.

“La única actitud que corresponde frente a esto es la resistencia”, sentenció.

La diputada Julia Strada, de Unión por la Patria, remarcó el prejuicio que se ha construido en los medios de comunicación y en las redes alrededor de los reclamos sindicales y la necesidad de desmitificarlos: “La resignación no es una posibilidad. Que esta reunión sirva para comunicar con claridad y contundencia a la sociedad de que se trata esta lucha”.

La última exposición estuvo a cargo de Andrea Freites, de Unión por la Patria, quien, en un mensaje claro y conciso remarcó la necesidad de hacer docencia para instalar el tema y llamó a la lucha para lograr la baja del DNU 70.

El encuentro en el recinto se desarrolló con tranquilidad y se focalizó en la necesidad de realizar nuevas reuniones y la importancia de lograr más consensos para poder derogar el DNU 70.