Paraná Logística: Apoyo sísmico en el Mar Argentino

La empresa argentina especializada en servicios de apoyo marítimo finalizó con éxito un proyecto de prospección sísmica 3D, brindando apoyo logístico y técnico a las operaciones.

 


23 de junio de 2025

Paraná Logística es una empresa argentina con sede en Buenos Aires que tiene más de 30 años de experiencia en la industria marítima, prestando servicios a clientes en todo el territorio nacional y Uruguay.

 Dirigida por un equipo joven y experimentado, la compañía se focaliza en brindar soluciones innovadoras, seguras y confiables en la industria marítima, principalmente en las áreas de remolque, transporte, construcción, comunicaciones, salvamento y oil & gas.

 A lo largo de los años, la industria ha evolucionado a nivel mundial, generando nuevas oportunidades y al mismo tiempo, operaciones más complejas y exigentes. En ese sentido, la compañía se encuentra posicionada a nivel regional para ofrecer soluciones integrales a sus clientes mediante un enfoque innovador que combina experiencia y flota propia con fuertes alianzas estratégicas a nivel local.

El equipo de Comex se reunió con Máximo Padilla, gerente general y presidente de la compañía, quien,  en una entrevista exclusiva, profundizó sobre los servicios de apoyo sísmico brindados durante los últimos meses en el sur del país.

Máximo ¿cómo y cuando nació el proyecto sísmico que acaba de concluir?

 

M.P: Este proyecto de prospección sísmica 3D, en este caso particular y en otros recientes, es la continuación de lo que comenzó en el año 2019 cuando el estado argentino adjudicó distintos bloques offshore en la Cuenca Argentina Norte y  Malvinas Oeste, a compañías petroleras, en el marco de Argentina Offshore Ronda 1.

Estas concesiones establecieron ciertas obligaciones que las empresas adjudicadas debían cumplir en distintos períodos de tiempo, como por ejemplo la adquisición de sísmica 3D y la perforación de pozos exploratorios.

Lo que ocurrió en la mayoría de los bloques es que la primera obligación que tenían las compañías, respecto a la adquisición sísmica 3D, se demoró por la pandemia, lo que motivó que post pandemia y hasta la fecha, se ejecutaran varias prospecciones seguidas, tanto en la Cuenca Norte como en la Malvinas Oeste.

De esta forma, la prospección que finalizó recientemente en los bloques MLO_123 y MLO_124 responde a las obligaciones que asumieron los operadores de estos dos bloques.

 

¿Cuál era su principal objetivo y en qué consistió?

 

M.P: El objetivo es justamente obtener información del lecho marino para que los equipos de geólogos puedan analizar los resultados y determinar la potencialidad de encontrar recursos que ameriten avanzar en una segunda etapa con un pozo exploratorio.

 

En este caso particular, se desplegó un buque sísmico, un supply y un buque escolta. Básicamente lo que hace el buque sísmico es desplegar una configuración de cables (streamers) en popa que disparan ondas de aire comprimido que impactan y rebotan en el lecho marino. Los sensores en estos cables toman la onda de rebote y, a partir de ello, se genera la información que luego será interpretada por los geólogos.

 

¿Qué recursos desplegó esta operación?

 

M.P: La operación requirió de dos buques de apoyo. Uno cumplió la función de abastecedor, es decir, quién recala en puerto y abastece al buque sísmico con provisiones, combustible, materiales y lleva a cabo los movimientos de la tripulación. El otro buque, en este caso el Atlantic Dama, es quién ejerce el rol de escolta, cuya función principal es controlar que otros buques no interfieran con la derrota del sísmico y sus streamers, y que, además,  mantengan una distancia de seguridad razonable.

De esta forma, se evitan incidentes que puedan afectar a terceros o a los equipos propios del sísmico. Por ejemplo, las configuraciones de streamers están sumergidas a algunos metros debajo del mar y pueden tener 10 kilómetros de largo. No hay forma que el buque sísmico pueda controlar por sí solo lo que pasa en esos 10 kilómetros de distancia, de modo que el buque escolta y el supply, cuando están en zona, colaboran para evitar el cruce de buques por la zona de streamers, evitando así posibles daños a los equipos propios y a terceros.

 

 ¿Cuánto tiempo duró la campaña?

 

M.P: La prospección comenzó en octubre del 2024 y finalizó a fines de mayo de este año. El factor climático fue determinante porque el mar en esas latitudes no es muy benévolo y las condiciones a veces requieren suspensiones en las actividades.

 

Otro componente importante son las paradas que debían realizarse por la presencia de mamíferos en la zona de operaciones, algo que se respeta a rajatabla en concordancia con lo presentado en el estudio de impacto ambiental.

 

¿Quiénes participaron de la operación?

 

M.P: En este tipo de proyectos participan muchas empresas y profesionales, tanto locales como extranjeros. Es muy importante adaptarse al trabajo en equipo y encontrar rápidamente una sinergia entre todos los involucrados para alcanzar la meta deseada, sobre todo en este tipo de proyectos relativamente cortos en su fase de ejecución.

 

En resumen,  participan la compañía sísmica, el cliente, los armadores de los buques involucrados en el proyecto, las agencias marítimas, observadores, proveedores de servicios,  las tripulaciones, crew managers, etc. Realmente son muchas personas trabajando de forma mancomunada en pos de un fin común y eso es una de las cosas que más me atraen de este tipo de proyectos.

 

¿Qué resultados obtuvieron de la campaña?

 

M.P: Los resultados en estos casos no son conocidos por nadie más que por el cliente final, es decir los operadores del bloque. La compañía sísmica se limita a enviar a su cliente, desde el buque a tierra, las grabaciones en forma física con cierta periodicidad y son ellos quienes conservan, procesan y analizan los datos.

 

Pensando en el futuro: ¿cómo ves el desarrollo offshore en Argentina?

 

M.P: Hoy podemos decir que el Mar Argentino está sub explorado y su potencial es enorme. Todos los bloques que fueron concesionados en el año 2019 ya cuentan con relevamientos sísmicos 3D, a excepción de dos de ellos que aún no está claro si los operadores decidirán a avanzar o no.

 

Lo primero que hay que entender es que, en muchos casos, las sísmicas no han cubierto la totalidad de la superficie de los bloques, por ende, quedan áreas sin relevar.

 

¿De qué depende su relevamiento?

 

M.P: Este tipo de operaciones son muy costosas, por consiguiente creo que por un lado el precio del barril del petróleo tiene que acompañar la inversión y hoy está en un valor intermedio. Por otro lado, sería necesario avanzar con un descubrimiento que despierte el interés de los operadores para ampliar las prospecciones y continuar explorando el área.

 

Lamentablemente los resultados de la última perforación por parte de Equinor en Argerich-1, no fueron los esperados, pero esto no implica que no haya que seguir perforando para dar con un descubrimiento, que es lo que normalmente se hace en otras regiones.

 

 ¿Entonces?

 

M.P: Creo que tarde o temprano el offshore se va a desarrollar como pasó con Vaca Muerta. Hoy en día todos los ojos están puestos ahí y en los proyectos que ya están en ejecución para exportar crudo y LNG desde el Golfo de San Matías. Es cuestión de que en algún momento las compañías de oil & gas decidan avanzar sobre el offshore y con los compromisos de perforación asumidos con el estado argentino en los bloques que les fueron concesionados.

 

Los recursos en el mar pueden ser abundantes, al punto de cambiar la situación de una región o un país entero.  Un ejemplo de ello es Noruega que, a partir del desarrollo de los recursos offshore, pasó de ser una de las naciones más pobres de Europa, a ostentar el 4to PBI per cápita del mundo, o Guyana, que se convirtió en la nación de mayor crecimiento en su PBI a nivel mundial, desde que en diciembre de 2019 fueron hallados hidrocarburos offshore y que hoy ya se están explotando.

 

¿Le ves potencial a la Argentina?

 

M.P: Si. Por supuesto. Si analizamos la matriz energética mundial, aproximadamente el 80% proviene de combustibles fósiles. Argentina tiene la posibilidad única de posicionarse como un principal exportador de petróleo y gas que hoy el mundo demanda y, en ese sentido, ya se está trabajando desde Vaca Muerta y el Golfo San Matías.

 

La explotación offshore es un eslabón más de la cadena que espera su desarrollo y lo importante es abastecer esa demanda mientras exista, porque estimo que irá disminuyendo a medida que la transición energética avance en los países más desarrollados.

 

¿En qué otros proyectos se encuentra trabajando actualmente Paraná Logística?

 

Seguimos, enfocados en brindar soluciones y servicios de apoyo marítimo a varios proyectos de O&G y de infraestructura, como lo hemos hecho en los últimos 25 años. En simultáneo continuamos afianzando otras compañías que hemos desarrollado para atender necesidades puntuales de la actividad y, en ese sentido,  planeamos seguir creciendo.