“Vaca Muerta ya cambió el mapa energético del país y va por más”: la visión estratégica de Vista Energy

De SPAC mexicano a líder independiente en Vaca Muerta

Vista Energy nació en 2017 en la Bolsa Mexicana de Valores como un SPAC impulsado por Miguel Galuccio junto a Pablo Vera Pinto, Juan Garoby y Alejandro Cherñacov, con una tesis clara: construir una petrolera latinoamericana líder y una plataforma energética competitiva a nivel internacional.

La compañía recaudó  800 millones de dólares para iniciar sus operaciones en la Argentina, específicamente en el corazón productivo de Vaca Muerta.

El inicio de las operaciones ocurrió en abril de 2018. Ese mismo año perforaron su primer pad de 4 pozos, pozo no convencional , un hito que marcó el inicio de un plan estratégico de crecimiento sostenido.

En 2019 la empresa concretó el  dual-listing y comenzó a cotizar también en la Bolsa de Nueva York, aumentando liquidez, visibilidad y el apetito inversor.

De la pandemia al despegue: eficiencia y expansión


La irrupción del COVID-19 fue un punto de quiebre para toda la industria. Villamil recuerda ese momento con crudeza operativa:

“No teníamos dónde colocar el crudo ya que las refinerías tanto de Argentina como del mundo habían reducido sus corridas a niveles sin precedentes. El precio se había desplomado y producir era más caro que vender. Tuvimos que cerrar temporalmente la producción no convencional para proteger el valor de nuestras reservas y, adicionalmente, para mantener la producción convencional en marcha trajimos un buque de 500,000 barriles para utilizarlo como almacenaje flotante, apostando a una recuperación futura de la demanda.”

Aun así, Vista reanudó operaciones pocos meses después y aceleró su curva de producción.

Lo que en 2018 era una compañía de 25,000 barriles equivalentes diarios, hoy supera  130,000 boe/d, multiplicando por cinco la producción en apenas siete años.

El salto no sólo fue orgánico con el desarrollo de los bloques core, sino que la compañía ejecutó adquisiciones estratégicas (swap con Shell, adquisición de ConocoPhillips, sumando la compra de activos de petróleo a Wintershall y, más recientemente, Petronas Argentina), consolidándose como el mayor productor independiente de petróleo del país.

Exportaciones: Chile, el rol del OTASA y la logística que cambió la matriz

El Oleoducto Trasandino (OTASA), reactivado en 2023 gracias a un consorcio de productores, fue decisivo.

“Hoy fluyen cerca de 70,000 barriles diarios hacia Chile y se podría llegar a 110,000. Ese ducto se rehabilitó en el momento exacto: la infraestructura estaba al límite de su capacidad y la cuenca necesitaba capacidad para seguir creciendo”.

Vista es hoy el principal exportador de crudo de la Argentina, enviando cargamentos que, con las limitaciones actuales del sistema de Bahía Blanca y su canal de acceso, sólo pueden completarse parcialmente en barcos Suezmax o cargar en módulos Aframax o Panamax de menor porte, limitando la capacidad de exportación a unos 350,000 barriles diarios en el mejor de los escenarios.

Esto explica el avance del nuevo proyecto de infraestructura de transporte, almacenaje y despacho en Punta Colorada, en Río Negro, donde se instalarán boyas capaces de cargar buques VLCC de hasta 2 millones de barriles y que dada su capacidad permitirá habilitar exportaciones por 550,000 barriles al día sin restricciones y con posibilidades de ampliación, de ser requerido.

“Punta Colorada tiene el calado natural y la geografía adecuada, además de su proximidad a la cuenca Neuquina y el espacio necesario para la construcción de la terminal marítima. El proyecto de VMOS representa un cambio de escala para las exportaciones argentinas.”

Infraestructura crítica: ductos, rutas y la llegada del VMOS

El crecimiento del shale obligó a duplicar la capacidad de transporte. Oldelval avanzó con el Proyecto Duplicar, que elevó un 50% la evacuación hacia el Atlántico, pero esa nueva capacidad volverá a saturarse hacia finales del 2026.

Allí aparece el VMOS, un nuevo sistema de evacuación troncal, que constará de un oleoducto de 437 km y un puerto de aguas profundas con una inversión estimada en más de USD 3,100 millones.

“El RIGI fue un habilitador: permitió acceder a USD 2,000 millones de financiamiento internacional y garantizar su repago. Sin esas garantías y el respaldo de los principales productores de petróleo de Argentina, el proyecto no hubiera podido concretarse.”

El consorcio incluye a YPF, Pluspetrol, PAE, Vista, Chevron, Pampa, Tecpetrol y Shell.

A nivel vial, los productores privados de la cuenca ya se encuentran financiando, a través de un acuerdo con la provincia de Neuquén, un corredor petrolero Neuquén–Añelo, clave para reducir riesgos y mejorar la logística cotidiana del shale.

La revolución energética: 7,000 millones de superávit y un horizonte de más de 20,000 millones extra

Villamil destaca que la transformación ya impacta en la macroeconomía:
 

“Hace diez años Argentina tenía un déficit en la balanza comercial energética de USD 7,000 millones. El 2025 cierra con USD 7,000 millones positivos, estamos hablando de un cambio de casi 20,000 millones de dólares.”

El potencial, sin embargo, recién comienza.

Hoy el país produce 860,000 barriles por día, pero con la infraestructura plena y el VMOS operativo podrá alcanzar 1.5 millones de barriles diarios, un nivel que posicionaría a Argentina entre los grandes exportadores  petroleros de la región junto a Brasil y Guyana. Esto tendrá un impacto muy positivo en la balanza comercial.

“Estimamos que para el final de la década podríamos incrementar a 20,000 millones de dólares adicionales provenientes de las exportaciones de crudo”.



Un mercado global mirando a la Argentina

La demanda asiática muestra un interés creciente por el crudo local, especialmente por su calidad para la industria petroquímica, la cual posee un gran desarrollo en esa región.

“Hablamos con potenciales clientes en distintas regiones de Asia y Oceanía. Dado el desarrollo de Vaca Muerta, Argentina empieza a ser parte de la agenda energética mundial.”

Villamil cierra con una reflexión contundente:

“Si yo decía hace una década que íbamos a construir nuevos oleoductos  y terminales de exportación para exportar cientos de miles de barriles diarios y sumar 20,000 millones positivos a la balanza comercial energética, me hubieran dicho que estaba loco. Hoy vamos camino a eso, ya está sucediendo.”

La combinación de inversión sostenida, eficiencia operativa, infraestructura estratégica y mercados externos en expansión abre un escenario inédito para el país. Vista Energy (nacida como un SPAC en México y consolidada como potencia shale en Argentina) se ubica en el centro de ese cambio histórico.