Positivo

Dulce futuro para la industria azucarera

El gran logro es la diversificación de la producción. ¿Hoy es más atractiva la caña que la soja? La reconversión de un sector que crece.


Por Redacción Comex Online

06 de julio de 2010
Comenzó la temporada de azúcar y los desafíos del sector para este año son cumplir con la zafra que tienen estimada, de 2.300.000 toneladas.
Cabe recordar que en Argentina se produce en el NOA, el 99 por ciento del azúcar, mientras que el 1 por ciento restante se encuentra en el NEA, donde hay dos o tres ingenios pequeños. La principal provincia productora es Tucumán, ya que allí se concentra el 60 por ciento de la producción y el resto está en Salta y Jujuy.
Mientras, el total de hectáreas cultivadas es de 300 mil, de la cuáles 200 mil hectáreas están en Tucumán y unas 100 mil en el Norte. Con respecto a la producción, hay que tener en cuenta que el año azucarero va de principios de junio a fines de mayo del año siguiente.
Por eso, en estos momentos donde la zafra está en pleno desarrollo, conversamos con el presidente el Centro Azucarero Argentino (CAA), Fernando Nebbia para conocer cuáles son las estimaciones en cuanto a esta nueva temporada.
En ese sentido, explicó que este año la zafra se inició más temprano, “a los efectos de poder resolver alguna sensación de desabastecimiento que se había manifestado hacia fines del año azucarero anterior, esto es en abril pasado.”
El Semanario: ¿Cómo influye el hecho de haber adelantado el comienzo de la producción?
Fernando Nebbia: Eso tiene un precio que se paga con menores rendimientos. Hay un ciclo biológico normal que hace que se comience en junio, porque es cuando la caña alcanza ya un estado de desarrollo para comenzar la cosecha. Pero todo hace pensar que vamos a tener un año razonable. Los agricultores siempre tienen esa esperanza como norte, de otra forma abandonarían la actividad.
El Semanario: ¿Cómo se presentan los años venideros para la industria?
F.N: La industria tiene un futuro muy interesante para desarrollar,  porque consiguió salir del monoproducto, se ha diversificado, y hay una gran apuesta al futuro, y eso va a impactar también en la superficie sembrada. Hoy hasta diría que es más atractiva la caña que la soja.
El Semanario: ¿El tema energético es una preocupación del sector?
F.N: Es una preocupación porque cuando comienza la zafra es invierno, y el gas que requiere la industria compite con las necesidades del resto de la sociedad. Pero de todas formas, la ventaja de la industria azucarera es que en general solamente se necesita gas para empezar, una vez que inicia la zafra la producción de energía se realiza a través de la quema del bagazo, es decir que se autogenera. Son pocos los ingenios que necesitan el apoyo de energía externa. Hoy la industria se encamina a la cogeneración de energía que implica cambiar calderas y reconvertir la infraestructura para hacer mucho más eficiente el tema de la energía, tanto para el consumo interno, como el sobrante para exportación.

El desafío del etanol

El Semanario: ¿Cuánto de la producción se destinará  para la exportación este año; y cuál es la expectativa del sector respecto a la Ley de Biocombustibles que comenzó a regir en 2010  y exige cortes del 2 por ciento de bioetanol en naftas?
F.N: En Argentina la prioridad está en el mercado interno de azúcar, y el resto se vierte a los mercados externos. Este año además empieza a jugar el tema del etanol entonces los excedentes de azúcar van a disminuir.
Pero también estamos en un año de transición en lo que hace al asunto alcoholero, porque las empresas han iniciado sus operaciones e hicieron sus inversiones, pero la Ley comenzó en enero de este año, y recién va a estar en su plena actividad el 1 de enero del 2011.
Esto significa también que en el esquema productivo, gran parte de los alcoholes que se destinen al combustible, van a estar generados por melazas -miel de caña obtenida del residuo restante en la cubas de extracción de los azúcares- , y no de jugo directo.
Porque hay dos maneras de producir alcohol. Cuando se produce azúcar y el remanente del producto, que no se puede transformar en azúcar y se denomina melaza, se fermenta y de allí sale alcohol. Así ha estado produciendo Argentina alcohol todos estos años, ya sea para licorería, alcohol químico, y farmacéutico.
Como también, otra manera es cuando el rendimiento de alcohol es más grande y se puede obviar el paso de la producción de azúcar. Entonces se muele la caña y ese jugo que se obtiene es fermentado directamente para sacar alcohol -en lugar de procesarlo para producir azúcar-. En este caso en lugar de sacar 10 litros de alcohol por cada tonelada de caña, los rindes son de 70 litros de alcohol por tonelada de caña.
El Semanario: ¿Entonces lo que debería pasar es que a mayor demanda de alcohol, como esta ocurriendo, la industria  destine más jugo a hacer alcohol en forme directa?
F.N: Si, si bien este año todavía es de transición, así que probablemente algunos utilizarán el jugo para hacer alcohol, pero en mayor proporción será proveniente de melazas.
El Semanario: ¿Cuál cree va a ser el porcentaje del azúcar que irá a la exportación, teniendo en cuenta este contexto?
F.N: Dependerá del juego de todos estos factores, todavía estamos demasiado temprano en la zafra para definir valores, pero seguramente serán inferiores a las 700 mil toneladas que aportamos el año pasado. Lo que si hay certezas -si es que en algo hay certezas-, es que el consumo interno debe estar en el orden de 1.650.000 /1.700.000 toneladas aproximadamente.
El Semanario: ¿A principios de este año se temió por un posible desabastecimiento?
F.N: Nunca hubo desabastecimiento. El año pasado fue un año muy particular, porque el mercado externo jugó un papel muy diferente a lo que era la atracción. Los precios se duplicaron en el mercado internacional, y ahí los equilibrios internos y regionales se rompieron. Toda la industria latinoamericana azucarera- con producción similar a la Argentina-, ya sea colombiana, guatemalteca, sufrió la presencia de este mercado internacional tan fuerte.
También hay que ver que el mercado interno cambió, hubo un crecimiento de la demanda en el primer trimestre mayor de lo esperado, porque también todos estos planes que tiene el Gobierno para los sectores de menos ingresos, se reflejan con un mayor consumo de alimentos.

Hablando de exportaciones

pict_390El Semanario: ¿Cuáles son los principales mercados externos del azúcar argentino hoy?
F.N: Hoy el principal mercado es Chile, a donde se dirigen 190.000 /200.000 toneladas. Rusia es el segundo gran mercado, con unas 140.000 toneladas en el 2009. Normalmente también le exportamos a Estados Unidos unas 50 mil toneladas, que están contempladas dentro de la cuota americana; y a Uruguay entre 20.000 y 30.000 toneladas.
El Semanario: ¿Aparecieron jugadores no habituales?
F.N: Si, en el 2009 por ejemplo se exportaron a la India 80.000 toneladas, siendo ese país un gran productor de azúcar. Fue justamente India la que generó todo ese desequilibrio internacional del año pasado.
El Semanario: ¿Qué posibilidades hay de captar otros nichos de mercado?
F.N: Argentina es un pequeño exportador a nivel internacional. Cuando uno dice 80.000 toneladas a la India, parece mucho pero son sólo dos barcos. Al África le hemos vendido 100.000 toneladas, pero todas éstas son operaciones realizadas por traders, no es que los exportadores argentinos le venden a Ghana, porque son pequeñas cantidades a pesar de que tengan un peso significativo en el porcentaje de las exportaciones de nuestro país. Por eso, salvo las operaciones regionales, todo lo demás es a través de traders.
En cuanto a abrir nuevos nichos, la vía serían las negociaciones internacionales para asignar o ampliar las cuotas en los mercados, o como resultado de la Ronda Doha -si alguna vez se termina- con una mejora del ingreso a los países más desarrollados o consumidores de azúcar. El cambio se daría si hay una redefinición de entrada a los mercados internacionales, vía negociaciones multilaterales, sino es muy difícil, sobre todo teniendo en cuenta la pequeña incidencia que tiene la Argentina.

Los caminos del azúcar

El Semanario: ¿Cómo viaja mayormente el producto (en bolsas o a granel), qué recorrido hace desde la zona de producción hasta el destino final?
F.N: Depende del mercado. Normalmente a Chile se manda embolsado, en bolsas de 50 kilos de azúcar blanca. El resto de las exportaciones son a granel, y eso sale todo por el puerto de Rosario, y hasta allí se transporta por medio de camiones.
Hay otro puerto que se utiliza alternativamente, que es San Nicolás, pero el principal es Rosario.
El Semanario: ¿Cómo podría mejorarse la competitividad en el transporte del producto, podrían bajar los costos cambiando la manera de transportar el azúcar?
F.N: Claro que si, eso podría darse con la incorporación del ferrocarril; y también mejorando los puertos en el dragado y en cuanto a la operatividad.
Por ejemplo, la demora en Rosario hace que la carga sea lenta, parece increíble pero todavía en el 2010 hay que esperar la marea, y no es lo mismo si el barco está parado tres días para poder cargarlo, que como sucede en otros países exportadores de azúcar donde el barco lo llenan en un par de horas. Y no estoy hablando solamente de Brasil, hay países como Guatemala que tiene puertos muy eficientes para sacar su carga azucarera.
La cuestión con el azúcar es que los puertos los elige el importador, porque tienen que ser puertos que estén autorizados en las Bolsas de Comercio donde se negocian los contratos internacionales, y tanto Rosario como San Nicolás por ejemplo tienen la autorización de la Bolsa de Comercio de Londres, o de Nueva York. Entonces no es que uno puede sacar el producto por cualquier lado. En fin, hay muchas mejoras que podrían efectuarse porque todo esto suma a los costos.