Seguir creciendo con nuevas oportunidades de negocios

El Grupo Loginter llevó a cabo la primera carga de exportación de torres eólicas producidas en el país, cuyas maniobras se realizaron en el muelle de Dock Sud. Participamos de la operación y conversamos con Leonardo Román, Director de Puertos de la empresa, respecto a este desafío y a los proyectos que tienen por delante.


29 de julio de 2020

Como ya anticipamos, Loginter es la primera empresa que participa con su soporte logístico para llevar adelante la operatoria de exportación de infraestructura producida en el país en proyectos de energía eólica. El destino de la carga es Estados Unidos. Se trata de dos proyectos que trabajan para la firma GRI Calviño Tower S.A.

Estuvimos en Dock Sud, presenciando el operativo del proyecto “Outlaw”, que contempla primero la carga de 45 tramos de torres eólicas Vestas por parte del buque MV Donaugracht con sus tres grúas en banda de estribor de 120 toneladas cada una; y que se completará con 15 tramos más, en una segunda operación.

Una vez completada la carga de 60 torres eólicas, Loginter recibirá luego en su predio de Dock Sud un segundo envío con un total de 42 nuevos tramos, el proyecto denominado “Pryor” completará la exportación de 102 tramos totales de torres eólicas.

En una entrevista en exclusiva con Leonardo Román, directivo de Loginter S.A., nos explicó que están muy contentos de poder realizar esta operación por primera vez en Argentina, "le pusimos mucha dedicación y esfuerzo para poder desarrollar con éxito estos proyectos de logística que son complejos y encima en el medio de una pandemia".

¿Cómo es el detalle de la operatoria?

Leonardo Román: La operatoria se realiza para la empresa GRI Calviño Tower S.A. Es una sociedad que está conformada por un socio argentino Calviño Tower S.A. y por otro lado RGI que es una empresa internacional de productos siderúrgicos especializada en la construcción de torres de molinos eólicos.

Esa unión se produjo cuando se dio en Argentina el auge con los parques eólicos que se instalaron en la Patagonia y provincia de Buenos Aires. Ellos hicieron una inversión muy grande, de más de 20 millones de dólares en la fábrica que tienen instalada en Florencio Varela, y tuvieron mucho trabajo porque estuvieron abasteciendo los parque eólicos de todo el país. Son el máximo referente hoy de la energía eólica acá y nosotros con ellos tenemos una vinculación estrecha desde hace muchos años.

A raíz de esa buena relación, y cuando se terminaron todos los proyectos de energía eólica en Argentina, ellos vieron la necesidad de buscar otras posibilidades que le permitan mantener la infraestructura y el personal que poseen en el país.

Como toda crisis, ahora con la pandemia, hay que reinventarse y es lo que hicieron, vieron la alternativa de poder salir a exportar, y concretaron este primer proyecto que es el que estamos ejecutando.

En realidad se divide en dos proyectos, ellos están vendiendo a Vestas esas torres para un proyecto que se denomina Outlaw, y el otro es Pryor; las cargas ingresan por el puerto de Houston, en Estados Unidos. 

La logística en este tipo de cargas es muy importante, ¿cómo lo llevan adelante?

L.E.: Nos convocaron para empezar a trabajar en este desafío, y la verdad pusimos mucha dedicación y esfuerzo, no sólo por el tiempo para desarrollarlo, sino además en el medio de una pandemia. Así que nos tuvimos que ir reinventando por las limitaciones que existen, y nos pusimos a prueba en serio, pero estamos trabajando muy bien para mantener los mejores costos posibles, tanto en el transporte terrestre que contempla desde la fábrica a la terminal, la llegada a la terminal, almacenaje y posterior carga a buque, que es la ultima etapa de estos servicios.

¿Cómo se dividen los proyectos?

L.R.: En Outlaw vamos a cargar 60 tramos de torres que ya las tenemos acá. En este primer embarque se están cargando 45, y está previsto para el  6 de agosto el arribo de otro buque de la misma línea, que son muy buenos, de un armador alemán, para la carga de los 15 restantes. Ahí empezamos a recibir la carga que se va a exportar para el proyecto Pryor, que son unos 41 tramos de estos servicios.

¿También tienen contemplado cargar desde el agua?

L.R: Sí, porque el armador está aprovechando todos los espacios de la bodega y quiere llevar la mayor cantidad de torres posibles. Como con las grúas del barco hay ciertos sectores que no pueden cargar, pidieron asistencia de grúas flotantes. Así que dispusimos la grúa flotante Magnus VI y con ese equipo vamos a poder cargar 11 de los 45 tramos, que son las que no puede cargar el buque con sus propias grúas.

En realidad. esa es una operación atípica, no es lo normal cargar así con grúas flotantes, en general los buques se autocargan o descargan con sus propias grúas, pero en este caso el objetivo fue maximizar los espacios de bodega y por eso se complementa así, ellos optaron por contratar esta grúa flotante.

En otras terminales, con otras facilidades, tal vez se podría llegar a complementar con alguna grúa de tierra, que también puede hacer esa operatoria, pero como nosotros tenemos también esta alternativa, el trabajo se puede realizar sin problemas, y el armador optó por esa opción. Es una solución que se adaptó a lo que necesitaba el armador para poder transportar la mayor cantidad de torres en este primer embarque.

El costo - beneficio lo evalúan ellos y consideraron que era mejor contratar esta grúa y resolverlo así, porque nosotros tenemos estos equipos que son únicos en la región, no hay grúas flotantes como las nuestras, las mas parecidas pueden estar en Porto Alegre, Brasil.

¿Cuál es la capacidad que tienen esas grúas?

L.R.: Hay que tener en cuenta que las grúas operan por un lado un izaje con las plumas, pero también se pueden utilizar los malacates que están en cubierta, que son las que usamos para hacer el reflotamiento de buques, que también es nuestra especialidad. De esa manera, la potencia aumenta, así que la capacidad en ese caso de la Magnus IX es de 900 toneladas; y de la Magnus VI de 600 toneladas; si se utilizan sólo las grúas de izaje entonces ahí pasa a ser de 500 y 400 toneladas respectivamente. No hay otras grúas así en el mercado, son equipos únicos, nosotros los tenemos hace 12 años, tienen su antigüedad pero las hemos modernizado.

Todo el trabajo es pesado, de alto riesgo, por lo tanto hay que tener los equipos en condiciones y con un mantenimiento constante. Son grúas cuyo servicio es costoso justamente por todas estas cuestiones, también porque hay un tema de escala, ya que el trabajo no es constante. Con esos equipos hemos trabajado también en el reflotamiento de buques en la Isla Demarchi, ahí sacamos una draga que estaba abandonada de más de 1400 toneladas.

¿Cómo ven el futuro post Covid-19?

L.R.: Vemos un mercado muy complicado y competitivo. Todos nuestros clientes han tenido reducción en sus volúmenes, con necesidades de bajar costos, así que el panorama es complejo. Pero los argentinos estamos acostumbrados a superar las crisis.

La realidad es que nuestros clientes se han reducido, y nosotros nos tenemos que acomodar a la situación y ver de buscar nuevos horizontes, otros negocios y alternativas para poder mantener la infraestructura pesada con la que contamos en una terminal.

Hoy la empresa mantiene toda su infraestructura y dotación, estamos trabajando con todo el personal que tenemos desde el año 2019, en donde hay 700 trabajadores en relación de dependencia y alrededor de 700 más también de empleo indirecto.

¿Cuál ha sido el impacto en la actividad?

L.R.: Salvo el primer mes, en abril, donde la cuarentena fue realmente muy dura, después empezamos a poder trabajar más, porque brindamos servicios esenciales, y esa actividad nos ha permitido mantener la infraestructura. Pero hubo industrias que empezaron después.

Así que hoy, nuestro objetivo es seguir creciendo, buscando nuevos nichos de negocios. También hemos incorporado una draga ahora, es una inversión muy importante en estos momentos, pero es vital para nosotros para poder ampliar nuestros servicios.

Esta draga va a ir a trabajar en una obra que estamos ejecutando desde el año pasado en el Río Salado, donde se está haciendo todo un trabajo en profundización para evitar inundaciones. Nosotros necesitábamos incorporar un equipo adicional para darle mayor productividad y tiempo al trabajo.

Y también estamos pensando en nuevos proyectos a futuro, que pueden ser en Argentina o países limítrofes que tengan necesidad de uso de dragas, por eso estamos invirtiendo en equipos. Estas son dragas de corte y succión, marca Damen de Holanda. Hoy recibí fotos del astillero que me enviaron, ya recibieron el nombre, Lucio en honor a un nieto Román, así que estamos muy orgullosos con ese equipo que va a estar en noviembre por acá esperemos operando.

¿A qué obras apuntan?

L.R.: Realmente estamos con mucha expectativa de que pueda empezar a trabajar y producir. Vamos a buscar nuevas obras para este equipo, en este país siempre es necesario dragar, así que hay necesidad de trabajo, por eso invertimos, y vamos a tomar también personal para operar y tripular la draga que será de bandera nacional. Servimagnus es un armador nacional que está inscripto en el Registro. Tenemos grúas flotantes, dragas, remolcador, equipamiento, así que con mucha expectativa de poder trabajar en todas las obras que se vayan presentando.

Nosotros ya veníamos trabajando en obras donde se requerían dragas de succión, hemos hecho grandes trabajos en Dock Sud, Canal Norte y Sur, también en Mar del Plata. Tenemos 10 años ininterrumpidos de mucha actividad con las dragas, y estamos viendo que se puede presentar para el futuro con nuevos proyectos. Hay licitaciones que seguramente se van a dar próximamente, y vamos trabajar para poder participar y ganar.

¿También están cargando un catamarán?

L.R.: Sí, ese va a a ir al Caribe, es para excursiones en Miami y Caribe. Nosotros en esa actividad participamos exclusivamente en la carga de buque, el equipo pesa 80 toneladas, es un ferry que Buquebus le vendió a un grupo Centroamericano.

Loginter con ese grupo en realidad está en comunicaciones viendo potenciales negocios. Por ejemplo el Gobierno tiene mucho interés en poder conectar el corredor marítimo austral, que sería la unión del Continente con la Isla de Tierra del Fuego, así que estamos trabajando en esa idea con ese grupo, viendo de poder desarrollarlo con ellos porque tienen el equipamiento y podrían operar conjuntamente con nosotros. Cuando ésto avance y se licite, podemos formar un consorcio, pero primero hay que definir y hacer la infraestructura en las dos cabeceras para el desembarque. La verdad que lo venimos trabajando hace tiempo y por eso hicimos esta unión con esa empresa extranjera, que tiene muchos ferrys y experiencia operando en lugares del mundo con mares complicados. El paso ahí es difícil, así que se necesita equipamiento apto para esa zona donde deben cruzar autos, camiones. El ojetivo es  evitar el cruce por territorio chileno y presentar un plan que genere ahorro para los transportistas, así que estamos muy avanzados con ese proyecto.