“Lo que se prohíbe termina siendo negativo para todos”

Así lo destacó Romina Parquet, CEO de CIMC Delfin Group en Argentina. La empresa provee de soluciones locales para el transporte terrestre de mercadería y en este momento están sin posibilidades de importar; lo que desafía a la empresa a buscar soluciones para continuar con sus planes de expansión en el país y poder reinventarse tras las limitaciones.


04 de agosto de 2022  | Fuente: Comex-Online

Delfin Group está asociado a CIMC que es el principal fabricante de contenedores del mundo y holding que integra más de 600 empresas vinculadas a productos y servicios para la logística y la energía. 

La titular de CIMC Delfin Group en Argentina, señaló en diálogo con Comex Online, que por las dificultades económicas y las restricciones a las importaciones se ha dado una disminución importante de la actividad en la Argentina, si bien los clientes siempre siguen trabajando de alguna manera. "No sería positivo frenar el trabajo por la coyuntura actual, sobre todo de trabas a la importaciones,  porque ese lugar después siempre lo va a ocupar otro, por lo tanto más bien se buscan soluciones para poder seguir trabajando."

Pero explicó que “esa vuelta, de todas maneras, no beneficia al país. Lo mejor sería no prohibir, porque cada vez que prohíben lo único que hacen es generar más soluciones paralelas; y lo paralelo nunca beneficia a nadie”

Respecto a los proyectos de expansión de la empresa, contó que ellos tienen previsto sumar la importación de los contenedores de su propia marca como desarrollo de módulos habitacionales, que es parte de la misma estructura de negocio, y hacia el año próximo inversiones en la logística para e-commerce. Si bien, tal como describió, "todo ésto, de alguna manera tiene que ver con importación de capitales, inversiones, el tema es que hoy no nos permitan importar. En este momento es imposible eso."

Cabe destacar que ofrecen servicios también de precintos electrónicos de seguridad, depósitos nacionales, fiscales y zonas francas; venta y alquiler de contenedores nuevos o usados y la comercialización de módulos habitacionales, que son tendencia en todo el mundo.

Y ustedes como empresa importadora, ¿cómo han podido sobrellevar esta situación para poder seguir trabajando?

Romina Parquet: Lamentablemente este es un problema recurrente de la Argentina. Tenemos 17 años en el país y siempre hubo problemas de este tipo,  como los que estamos viviendo hoy,  con menos o más restricciones; pero en definitiva todo apunta a restringir la importación o  también castigar la exportación con medidas que no son cooperativas. 

Creo que hay una ausencia de diálogo y cooperación entre el sector público y privado que sería bueno que se cambie porque en definitiva cualquier país se construye en base al trabajo en conjunto, no en una guerra entre sectores. 

Además todo lo que se prohíbe a la larga termina siendo negativo, no es la manera de educar, ni es la manera de construir o de liderar una compañía, y menos de llevar adelante un Gobierno. Lo que termina pasando es que se generan segmentos paralelos que terminan dañando aún peor el país,  porque los dólares se van a ir igual y los negocios se van a seguir haciendo también. Solamente que el Estado se pierde la oportunidad de recibir impuestos con esa actividad.

Nosotros como importador, el único recurso que teníamos era a través de las licencias automáticas y no automáticas. Antes cuando había problemas con una Licencia, se recurría a un amparo, pero hoy el problema es el giro. 

Pero en nuestro caso se trata de una empresa que va a importar un producto que no se fabrica en Argentina, porque en el país no hay fábrica de contenedores.

¿Hay alguna forma de sustituir importaciones? 

R.P.: Nuestra industria no es de fabricación de contenedores; tal vez sí de módulos habitacionales, porque hay empresas en Argentina que compran los contenedores y los remodelan en donde se genera un módulo habitacional y ahí puede haber valor agregado.

Pero no se puede sustituir la importación de contenedores, lo que hay son contenedores usados, y los módulos habitacionales pueden ser un valor agregado, pero la importación también lo que viene es a controlar el precio del mercado. 

En nuestro caso, somos una empresa que importa con más de 70 empleados y nosotros brindamos trabajo a la gente que se genera a partir de ello. Hay un discurso político de que la importación no genera trabajo,  y eso es una falacia, porque hay todo un proceso hasta que se entrega al consumidor final ese producto, que genera mucha mano de obra y brinda valor agregado, desde que el producto sale del puerto hasta que llega al depósito y toda la manipulación que tiene esa mercadería. Se necesita importar también por competencia, para brindar variedad y opciones al consumidor en cuanto a precio y calidad.

Respecto a nuestra empresa, nosotros siempre trabajamos pensando que hay que buscar soluciones y seguir adelante. Como comenté como proyectos tenemos previsto también sumar la importación de contenedores de nuestra propia marca para el desarrollo de módulos habitacionales y potenciar la logística para e-commerce. Por eso en la actualidad, más allá del contexto actual, nosotros seguimos con nuestros planes de expansión. Tanto en lo que teníamos previsto para este año, como para el 2022. Por supuesto que hay ciertas condiciones que tienen que estar dadas, y algunos proyectos se pueden demorar por estas cuestiones, pero seguimos focalizados en lo que teníamos planeado para este año, que era duplicar el personal y eso con el ánimo de duplicar el volumen de producción y de trabajo que veníamos teniendo en los últimos años.

¿Están incorporando nuevos puestos de trabajo?

R.P: Sí, porque estamos con proyectos de inversión y queremos crecer. La verdad que conseguir personal nos costó mucho, porque más allá de tener el certificado de "Great Place to work" ̈,  y de todos los beneficios que ofrecemos para los empleados, que son realmente beneficios extraordinarios para lo que es el mercado de las empresas de comercio exterior, sin embargo no es por ahí el problema, lo que nos ocurre es que la pandemia trajo ésto de la gente que todavía elige trabajar desde su casa, y nosotros acá no podemos trabajar desde la casa en nuestra actividad porque se necesita estar donde las cosas pasan. Acá hay que estar muy cerca de los proveedores y de los clientes para resolver lo que se presenta.

Según señaló Parquet, este sector requiere un servicio personalizado y flexible, ya que es imperiosa la necesidad de ajustar permanentemente los procesos de acuerdo a las diferentes coyunturas. Por último agregó que en el país han realizado una fuerte apuesta en sus servicios nacionales para ofrecer soluciones locales.