El Programa Incremento Exportador ¿alcanza?
El gobierno decidió prorrogar hasta el 25 de octubre el Programa Incremento Exportador, pero ¿en las mismas condiciones? ¿Alcanzará para las golpeadas reservas del BCRA? ¿Qué se espera de la cosecha que está por venir?
El fin de semana se confirmó que se prorrogaba el Programa Incremento Exportador, después de varias idas y vueltas, a través del Decreto Nº492/2023. Pero hay algunas diferencias con respecto al decreto original con el que se estableció la versión del dólar soja que estuvo vigente durante septiembre.
Dólar soja, ¿Cómo fue la liquidación?
La versión del dólar soja de septiembre tuvo características especiales, como la posibilidad de que el 25% de lo liquidado fuera de libre disponibilidad para los exportadores. De esa manera, el Banco Central contó con un poco de ayuda para intervenir en los mercados financieros.
Se estima que las liquidaciones en el marco del Programa Incremento Exportador (PIE) hasta fines de septiembre habían llegado a unos USD 1.700 millones, pero debido a que esta edición permitía que una parte no fuera liquidada a través del Mercado Único y Libre de Cambios, no todo fue a las arcas del BCRA.
Es importante remarcar que, según la Bolsa de Comercio de Rosario, el monto total de las liquidaciones no corresponde solo al complejo sojero, único incluido en el esquema cambiario diferencial, “sino a la totalidad de lo ingresado por la exportación del resto de los granos y subproductos, como así también aclararon que “este monto no incluye el 25% de la liquidación de ‘libre disponibilidad’ planteada por el programa".
Una extensión del programa
A finales de la semana pasada el secretario de Agricultura había confirmado que se iba a prorrogar el beneficio, lo cual se hizo hasta el 25 de octubre de 2023.
Al mismo tiempo, la Bolsa de Comercio de Rosario estima que los productores poseen correspondientes a la campaña 2022/2023 unas 3.9 millones de toneladas. Desde el gobierno creen que esto podría traducirse en ingresos por unos USD 1.200 millones.
Particularidades de esta prorroga
Como llamativo, además de que el programa terminaría un miércoles, es que se introduce la posibilidad de que se puedan incorporar nuevas posiciones arancelarias (NCM) al PIE.
Pero lo más relevante es que el 25% no es más de libre disponibilidad, sino que deberá ser liquidado en el mercado financiero, específicamente que se haya utilizado para concretar operaciones de compraventa con títulos valores adquiridos con liquidación en moneda extranjera y vendidos con liquidación en moneda local.
¿Por qué se prorrogan las medidas?
Durante el mes de septiembre, la liquidación realizada a través del PIE ayudó a la autoridad monetaria a mantener a raya la brecha cambiaria, con un tipo de cambio oficial que está congelado en $350.
Los datos reflejan que el Banco Central no tuvo más opción que utilizar todo lo que ingresaba para intervenir en el mercado financiero y mantener contenido el dólar bolsa o MEP.
Y en octubre se espera que el mercado se vuelque al dólar para tratar de buscar cobertura, y el BCRA claramente no tiene ya poder de fuego para continuar sosteniendo la situación, entonces Economía no tiene más opción de tratar de implementar sistemas diferenciados de cambio para tratar de incentivar el ingreso de dólares. Por ejemplo: dólar Vaca Muerta, dólar PYME, entre otros.
Reservas al rojo vivo
La demanda de dólares crece todos los días, y las intervenciones del BCRA están dejando cada vez más complicada la situación de las reservas que el martes, cerraron en USD 26.566 millones. De esta manera, la caída con respecto al día anterior fue de aproximadamente USD 70 millones. ¿Por qué? Porque se registró un saldo negativo, lo que no sucedía desde principios de agosto.
Pero lo más llamativo es el valor que se estima se invirtió para tratar de contener la brecha: USD 100 millones. En las dos primeras jornadas de octubre el BCRA acumula un resultado de negativo estimado de USD 16 millones por sus intervenciones cambiarias. En lo que va del año, el saldo negativo asciende a unos USD 1.770 millones, aproximadamente. Este valor supo ser más alto, pero debido al estricto cepo implementado y las medidas vinculadas al dólar soja se pudo achicar.
La consultora Quantum presentó un informe en donde se indica que hasta el 21 de septiembre el BCRA perdió USD 17.256 millones de reservas. Los principales motivos: “pagos netos a organismos internacionales por USD 5.277 millones, USD 3.776 millones de otros pagos netos del Gobierno –en gran medida servicios de deuda- y disminución de la liquidez que los bancos tienen en el BCRA como contrapartida de los depósitos en dólares.” Y suma: “El BCRA efectuó ventas netas en el MULC por USD 1.766 millones y los especialistas estiman que el Banco Central utilizó más de USD 3.200 millones para intervenir en los mercados libres de cambios.”
Se calcula que las reservas netas internacionales ya están al borde los USD 5.000 millones negativos, y octubre por el contexto electoral va a ser un mes con mucha presión cambiaria. Cuando se tienen en cuenta los pagos que hay que realizar hasta fin del mes de noviembre al Fondo Monetario Internacional, estas podrían caer a valores que oscilen entre los USD 8.000 y los USD 9.000 millones negativos.
Las preocupaciones del campo
En todo este esquema, la apuesta fuerte es que el año que viene el campo recupere el terreno perdido y se pueda revertir la situación actual. Sin embargo, la falta de lluvias sigue siendo un problema serio. Según la Bolsa de Comercio de Rosario “Continúa la falta de agua en el norte y oeste de la región pampeana y el cultivo sigue deteriorándose. Hay alerta en maíz; si no llueven 50 mm en la primera quincena de octubre en las zonas que quedaron fuera de las últimas precipitaciones, la intención puede caer y pasarse a soja.”
La situación en el campo todavía es muy complicada, y comienzan a encenderse alertas con respecto a la campaña 2023/2024. La Bolsa de Comercio de Rosario refuerza esta preocupación cuando señala “Ese escenario de escasez determinó una nueva caída de siembra, lo que sitúa al ciclo 2023/24 como la siembra más baja de los últimos 8 ciclos trigueros de argentina.” Con respecto a la calidad indica: “Se estima que más de 1,7 M ha trigo —el 32% del trigo sembrado— está en condiciones regulares a malas. Con un área sembrada de 5,4 M ha y esta nueva estimación de 15,0 Mt, Argentina produciría un 30 % más de trigo que en el fatídico ciclo pasado.” ¿En qué se traduce esto? Que según el informe elaborado por la institución la producción sería la cuarta más baja de las últimas diez campañas salvo que se produjera un cambio climático.
Con relación a la soja, según la Bolsa de Comercio de Rosario indica “el número de intención sojera continúa en 17 M ha. Con un millón de hectáreas, un 6,2%, más que en la 2022/23 y un escenario normal de clima, Argentina podría producir aproximadamente 48 Mt de soja contra los 20 Mt del ciclo anterior.”