Hidrovía: el Gobierno abre diez días clave para pulir los pliegos y apura el llamado a licitación antes de fin de mes
El Gobierno dio el paso que el sector esperaba: quedaron a la vista, por un período de diez días, los proyectos de pliego que definirán la próxima licitación de la Hidrovía Paraná–Paraguay. Se trata de la instancia de observaciones previas, un proceso formal que permite a empresas, cámaras, provincias y usuarios aportar sugerencias antes de la redacción definitiva del documento que regirá la concesión del sistema troncal de navegación. Si se cumplen los plazos oficiales, el llamado a licitación (nacional e internacional, a riesgo empresario y sin aval del Estado) se publicará antes de fin de mes
La Agencia Nacional de Puertos y Navegación (ANPyN), organismo que conduce la reingeniería normativa del corredor fluvial, activó este procedimiento con respaldo técnico y jurídico de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD). Ese acompañamiento apunta a reforzar criterios de transparencia, competencia y estándares internacionales, una señal que los actores del comercio exterior observan de cerca en una obra que condiciona buena parte del flujo exportador del país.
Un proceso abierto y con impacto logístico
Durante los próximos días, el sector privado podrá enviar aportes sobre las Especificaciones Técnicas y las Bases y Condiciones Particulares. Una vez cerrada la recepción, las áreas técnica y legal de la ANPyN elaborarán un informe consolidado con las observaciones admitidas, paso previo a la redacción final de los pliegos.
Para el Gobierno, esta etapa marca un hito en un proceso de varios meses que incluyó consultas con usuarios, provincias y operadores, además de una audiencia ambiental. La expectativa oficial es que la nueva concesión permita modernizar la vía navegable y reducir los costos logísticos, uno de los puntos críticos que el complejo agroexportador repite desde hace años.
El aporte de UNCTAD: ajustes y advertencias
El equipo asesor de UNCTAD revisó el material preliminar y avaló, en términos generales, su alineación con las mejores prácticas recomendadas. Sin embargo, también sugirió incorporar ajustes en áreas sensibles del contrato:
• Flexibilidad ante obras de interés público no previstas. El organismo propone incluir un mecanismo claro de renegociación cuando surjan trabajos adicionales (como profundizaciones o intervenciones ambientales) que no figuren en los anexos del contrato. La recomendación plantea un procedimiento formal con análisis técnico-jurídico, evaluación de impacto y un anexo contractual acordado por ambas partes.
• Requerimientos para el representante técnico. UNCTAD solicita mayor precisión sobre la experiencia exigida al responsable técnico de cada oferente. Pide que sea ingeniero civil o portuario matriculado (o con trámite iniciado), y que pueda acreditar al menos 36 meses de experiencia en obras de dragado desde 2016, bajo pena de descalificación.
• Duración del fideicomiso. Se sugiere incorporar una cláusula que establezca que el fideicomiso se extingue con el agotamiento de los remanentes y no con el fin del plazo de concesión.
• Criterios de evaluación económica. El organismo marcó distancia respecto de una disposición que faculta a la comisión evaluadora a pedir una “mejora” al oferente mejor puntuado si su tarifa supera en más de 5% a la del segundo. Según UNCTAD, las buenas prácticas indican que la adjudicación debe recaer en la oferta con mayor puntaje global, siempre que cumpla el mínimo técnico.
Un paso previo para una licitación que moverá el tablero
El proceso de renovación de la Hidrovía es uno de los capítulos más esperados por el comercio exterior argentino. La futura concesión (de 25 años, con peaje a riesgo empresario y sin subsidio estatal) definirá inversiones millonarias en dragado, mantenimiento y señalización, además de fijar estándares técnicos que impactarán en la competitividad de los puertos fluviales.
Dirigentes del sector agroindustrial anticipan que la nueva etapa permitirá mejorar profundidades operativas y ampliar el margen de maniobra de la flota oceánica que hoy opera limitada. La expectativa es que, con las inversiones comprometidas, los buques puedan salir desde el Paraná con mayor calado, recortando tiempos y costos en la cadena de exportación.
Con el período de observaciones ya en marcha y los pliegos definitivos en preparación, la licitación de la Hidrovía entra en su tramo decisivo. El mercado, atento, cuenta los días.







































