Argentina pone en marcha su primera Red de Aprendizaje para descarbonizar el transporte: 13 empresas se suman al plan pionero
Con apoyo de Alemania, el sector arranca un programa de 10 meses para reducir costos logísticos y consumo energético. FADEEAC y FAETyL destacan que la eficiencia puede mejorar entre 5% y 7% en el corto plazo.
Argentina dio un paso inédito en materia de transporte sostenible. El 9 de diciembre se lanzó oficialmente la Red de Aprendizaje para la Gestión Eficiente del Transporte (RdA GET), la primera plataforma colaborativa del país destinada a que empresas de logística y autotransporte trabajen juntas para reducir costos operativos, mejorar el uso de la energía y avanzar hacia la descarbonización del sector.
La iniciativa forma parte del Componente 3 de “ProCLIM-AR: Promover vías de desarrollo bajas en carbono y resilientes al clima”, implementado por la Universidad Nacional de San Martín (UNSAM) con apoyo de Fundación Avina y la agencia de cooperación alemana GIZ.
Participan áreas técnicas de las secretarías de Transporte, Energía y Ambiente, junto con el Laboratorio de Emisiones Vehiculares del Estado nacional. Del lado empresario, el impulso llega de FADEEAC, a través de su Fundación Profesional para el Transporte (FPT), y de FAETyL, que aportan empresas y capacidades para la fase piloto.
Durante los primeros encuentros, realizados en el Centro de Capacitación de FPT en Escobar, referentes técnicos y administrativos de las 13 empresas participantes iniciaron el proceso de diagnóstico y construcción colectiva de indicadores para medir desempeño energético, consumo de combustible y oportunidades de mejora en mantenimiento, conducción eficiente y logística operativa.
“Es un hito para el transporte argentino”
Para Sergio Ruppel, presidente de la Fundación Profesional para el Transporte, la puesta en marcha de la red marca un antes y un después:
“El evento de hoy es un hito dentro del transporte en Argentina. Por primera vez armamos una red de aprendizaje donde empresas del sector van a trabajar juntas sobre eficiencia y reducción de gases de efecto invernadero”, afirmó en diálogo con Comex.
Ruppel explicó que la participación de FPT y FADEEAC surge del trabajo conjunto con Alemania desde 2017, cuando ambos países iniciaron acciones orientadas a bajar emisiones en sectores intensivos en energía. Ese proceso culminó en ProCLIM-AR, que hoy se materializa en la primera experiencia del transporte carretero con metodología de “Redes de Aprendizaje”.
Aunque esta primera cohorte incluye 13 compañías (seleccionadas en un período complejo del año), Ruppel sostuvo que la iniciativa está pensada para multiplicarse:
“Esperamos que este sea el primer grupo y que se repliquen muchos más. Las empresas protagonistas van a definir el rumbo y las publicaciones finales, pero el aprendizaje será colectivo.”
En cuanto al potencial de mejora energética, el titular de FPT fue contundente:
“Se habla de reducciones entre 5% y 7% en consumos energéticos. Para una empresa de transporte, eso es casi tocar la rentabilidad anual. Y no es solo combustible: cuando un camión está bien alineado, gasta menos cubiertas y consume menos. La eficiencia se encadena.”
Ruppel también remarcó que buena parte de las mejoras no requieren grandes inversiones y pueden tener retornos de menos de 10 meses, como optimizaciones aerodinámicas o ajustes de mantenimiento.
Una política sectorial que necesita articulación pública
Consultado sobre el rol de la infraestructura y las regulaciones, Ruppel enfatizó que las empresas “juegan dentro de una cancha que marca el Estado”:
“Podemos optimizar nuestra gestión, pero si un camión debe atravesar ciudades llenas de semáforos o rutas deterioradas, el consumo sube. Para que el ambiente mejore se necesitan políticas públicas, como ocurre en los países desarrollados.”
En ese sentido, recordó que FADEEAC viene impulsando hace tiempo un plan de deschatarrización o renovación de flota, clave para bajar emisiones y mejorar seguridad vial.
FAETyL: “Ninguna empresa puede afrontar sola una transición tan compleja”
Desde la Federación de Entidades de Transporte y Logística, Julieta D’Affonchio, su directora ejecutiva, destacó que la red toma impulso tras el viaje técnico realizado a Alemania, donde observaron modelos avanzados de eficiencia y transición energética.
“Vimos que esta era una oportunidad para que el sector sea pionero en implementar redes de aprendizaje. Ninguna empresa puede enfrentar sola desafíos como la transición energética o la incorporación de nuevas tecnologías”, señaló.
FAETyL reúne cámaras y empresas con distintos niveles de madurez en gestión energética; algunas ya avanzaron en procesos de optimización, mientras que otras buscan aprender de sus pares. Para D’Affonchio, esa heterogeneidad es una ventaja:
“El intercambio eleva a todo el sector. Esta red permite que el conocimiento circule y que las compañías menos avanzadas aceleren su curva de aprendizaje.”
La ejecutiva también anticipó que el proceso puede derivar en propuestas regulatorias:
“Seguramente surgirán necesidades de modificar normativas. Por eso es fundamental el trabajo articulado entre sector público, privado y sistema científico-tecnológico.”
Mirada internacional, soluciones locales
La representante de FAETyL remarcó que el diseño de políticas de eficiencia debe contemplar la realidad argentina:
“Argentina es un país enorme, con una matriz energética distinta a la europea. Alemania piensa todo en clave eléctrica; acá los biocombustibles y el GNC pueden jugar un rol de transición. Hay que mirar nuestras propias condiciones territoriales.”
Además, consideró que existe un campo creciente para mecanismos como los bonos de carbono:
“Algunas empresas ya los utilizan. Y el transporte, que es el segundo emisor industrial del país, tiene una oportunidad interesante si se avanza en instrumentos de mercado.”
En cuanto a la ampliación de la red, aseguró que el interés ya está:
“Muchas empresas —grandes, medianas y chicas— manifestaron voluntad de sumarse. Por cuestiones de temporada quedaron para la segunda cohorte, pero el tema convoca. La Última Milla, por ejemplo, ya trabaja con híbridos y eléctricos livianos.”
Un primer paso que apunta a escala nacional
La RdA GET trabajará durante 10 meses con un modelo de talleres, asistencia técnica y seguimiento personalizado. Cada empresa elaborará diagnósticos, implementará medidas y medirá impactos. El objetivo final es generar metodologías replicables para futuras redes que permitan ampliar la escala y profundizar la descarbonización del transporte.
La apuesta del sector privado y la cooperación internacional coincide en un punto: la eficiencia energética ya no es una opción, sino una estrategia central para la competitividad logística. Argentina inicia así un camino que, si logra continuidad, puede transformar el desempeño ambiental y económico del transporte de cargas.











































