El comercio exterior que viene

La economía se ha puesto en el centro de la escena de las discusiones de los diferentes candidatos presidenciales. Sabemos mucho que propone cada candidato con respecto a la economía en general, pero ¿y para el comercio exterior? ¿Cuánto de lo propuesto dependerá de la cómo lleguemos a diciembre?

Mg. Yanina S. Lojo  - Titular de Consultora Lojo Por Mg. Yanina S. Lojo - Titular de Consultora Lojo

11 de septiembre de 2023

Las propuestas en materia económica abundan. Los candidatos y sus equipos se pasean explicando qué harían desde el 10 de diciembre si les tocará ocupar el sillón de Rivadavia, buscando los puntos débiles de sus contrincantes. A diferencia de otras oportunidades, el centro de la escena lo tiene la economía por encima del resto de los temas. Probablemente, porque la situación en esta materia preocupa y mucho a los argentinos, que miran el futuro con incertidumbre y que quieren estabilidad por sobre todas las cosas.

Dentro de la economía poco se habla del comercio internacional, indicando sólo puntos sueltos de medidas que se tomarían al respecto: ¿Qué propuestas se han hecho? ¿Por qué no se profundiza? ¿Esto se debe a que dependerá de cómo lleguemos a diciembre?

Quita de retenciones

Tema controvertido si lo hay: las retenciones a las exportaciones. Los candidatos saben que los sectores exportadores vienen reclamando desde hace mucho tiempo sobre este punto y por ello, han propuesto una quita o reducción de estas.

Desde La Libertad Avanza (LLA) hablan de la eliminación de las retenciones, y con relación a esto, a la liberación de las importaciones para mejorar la productividad y competitividad de las empresas argentinas. En un principio, se planteaba una reforma laboral, aunque en los últimos días esta idea tomo otro rumbo. Y no queda en claro, como se implementará o en qué aspectos se avanzaría.

Juntos por el cambio ha manifestado también que avanzará desde el primer día con la quita de retenciones. Según afirman primero se irían por la eliminación de los derechos de exportación para el sector agropecuario, para luego mediante un programa avanzar progresivamente sobre el resto de los sectores. Según indicaron se buscará implementar un programa que elimine la brecha de tipos de cambios entre insumos y productos, y liberar los cupos de exportación.

También en relación con las leyes laborales, Juntos plantea una modernización de las leyes laborales, aunque no dio detalles sobre qué camino tomaría.

En este caso particular, desde el oficialismo se decidió desde el 1º de septiembre mediante el decreto Nº 462 la quita de retenciones para determinadas economías regionales. Pero no ha mencionado nada sobre el resto de las exportaciones que aún continúan gravadas.

Exportaciones y socios comerciales

Más allá de las declaraciones que se realizaron sobre cerrar los vínculos con países comunistas desde La Libertad Avanza, la candidata a diputada nacional Diana Mondino quien se menciona como posible Canciller en un gobierno de este partido, descartó que se tomen decisiones sin valorar primero el intercambio comercial y sin consultar con los embajadores en destino.

Si llama la atención que dentro de la plataforma no se habla del Mercosur, pero si de fomentar acuerdos bilaterales de intercambio comercial. Mientras nuestro país sea miembro del bloque no puede negociar por fuera, y se necesita que los Estados Parte estén de acuerdo como un todo para lograr avances en esta materia.

Tanto LLA como Juntos por el Cambio han planteado que no van a avanzar con el ingreso de la Argentina al bloque BRICS. Massa fue uno de los impulsores de esta incorporación pensando en formar parte del Banco que posee el bloque de manera tal de obtener una nueva fuente de financiamiento, distinta a las tradicionales como el FMI o el Banco Mundial. Pero recordemos que cualquier acuerdo suscripto por el Ejecutivo debe pasar por el Congreso, y difícilmente se consigan los votos, si tanto LLA como Juntos deciden no acompañar la medida.

Juntos por el cambio ha resaltado la importancia de las relaciones bilaterales con Brasil y Chile a quienes considera aliados comerciales estratégicos. Ha ratificado su decisión de mantenerse en el Mercosur e indicaron que bajo esa premisa buscará promover tratados de libre comercio con la mayor cantidad de países del mundo, dentro del bloque.

En el caso del acuerdo UE – Mercosur, por el tipo de propuestas orientadas a la apertura comercial se podría pensar que tanto LLA como Juntos trabajaría para tratar de avanzar con las negociaciones.

Por el lado del candidato del oficialismo, durante el año que ha ejercido como ministro de Economía no ha habido grandes avances al respecto, por el contrario, todo sigue trabado y se ha tomado una posición bastante combativa cada vez que Uruguay ha traído el tema a discusión en las reuniones del bloque. Desde el oficialismo, han resaltado que se potenciarán las exportaciones del sector energético  - se ha levantado la bandera de la producción de Litio y la apuesta a Vaca Muerta -, también se ha manifestado que se potenciarán las operaciones vinculadas con la actividad industrial.

Sin embargo, el problema es que durante el último tiempo las medidas adoptadas han atentado contra el desarrollo de la actividad industrial incluso ha traído problemas en la explotación energética.

Importaciones y sus trabas

Desde La Libertad Avanza (LLA) se plantea eliminar todo tipo de aranceles de importación para insumos estratégicos y bienes de capital citando como ejemplo:
fertilizantes, insumos industriales, maquinarias y los de exportación en el sector agropecuario. Se plantea una eliminación total de cuotas, cupos, permisos y
autorizaciones.

En el caso de Juntos por el cambio se plantea establecer un régimen cambiario que permita exportar e importar libremente, pero estableciendo normas macroprudenciales de movimientos de capitales. Este punto no es muy claro, pero quizás estén mirando a nuestro vecino Brasil, y el sistema de control de capitales con el que operan.

El candidato del oficialismo ha manifestado que le molestan las SIRA, aunque fue quien las implementó, señalando que de mejorar las condiciones respecto al ingreso de dólares la situación se flexibilizaría. En el último tiempo, la cantidad de trabas informales que se han implementado se han multiplicado, tanto para oficializar como para pagar.

La logística y la hidrovía

En este caso, por ejemplo, la plataforma de La Libertad Avanza deja en claro que todas aquellas empresas públicas que administren servicios de transportes deberían ser privatizadas. Esto alcanzaría entonces a: Trenes Argentinos Cargas -Belgrano Cargas y Logística SA- y Trenes Argentinos Infraestructura -ADIF SE-; y la Administración General de Puertos S.E. (A.G.P).

Se habla de promover el desarrollo de la industria naval, pero no se hace mención a cómo se fomentará o si se trabajará en mejorar las condiciones de conectividad.

Es solo a través de la privatización de A.G.P. que se toca, de costado el tema de la hidrovía. Tema que en las últimas horas ha ganado mucha relevancia después del comunicado conjunto de Bolivia, Brasil, Paraguay y Uruguay por la decisión de Argentina de cobrar de manera unilateral un peaje.

La cuestión ha ido escalando poco a poco desde el 1º de enero de 2023, cuando la A.G.P decidió un peaje por un monto de USD 1,47 por tonelada para el transporte internacional en el tramo de la VNT comprendido entre el Puerto de Santa Fe y la Confluencia con el Río Paraguay. Nuestros vecinos consideran que esta decisión viola el Acuerdo de Santa Cruz de la Sierra -también conocido como Acuerdo de Transporte Fluvial por la Hidrovía Paraguay-Paraná-, firmado por Argentina, Paraguay, Uruguay, Brasil y Bolivia en Las Leñas en 1992. El mismo buscaba garantizar la libertad de navegación de todos los buques. Obviamente el acuerdo contempla la posibilidad de cobrar una tasa retributiva pero únicamente de los servicios efectivamente prestados.

En el caso del ministro de Economía, este tema parece más complejo de lo que uno se imagina porque si bien se reunió con el presidente de Paraguay y le aseguró que el tema sería solucionado, se suspendería el cobro temporalmente, pero luego se desmintió.

Desde Economía aseguraron que se trata de un malentendido, pero el tema parece haber generado un cortocircuito diplomático que continúa escalando.
En el caso de Juntos por el Cambio, por ejemplo, con respecto a los puertos, se plantea una modernización y ordenamiento de estos. Se buscará ampliar la capacidad para recibir buques más grandes y operar de forma más eficiente. Para ello, se plantea la incorporación de tecnología pensando en optimizar los tiempos operativos y darle previsibilidad al sector privado. Se incluye en la propuesta la posibilidad de establecer un sistema de turnos para reducir tiempos y costos.

Problemas de hoy, condicionamientos para el mañana

Más allá de lo atractivas que son muchas de estas medidas, probablemente la implementación de estas en un corto o mediano plazo dependerá la situación económica con la que se llegue a diciembre.

Por ejemplo, la quita de un impuesto o como en este caso de un derecho exportación - las retenciones -, se traduce en menores ingresos para el Estado. Estos son utilizados para financiar los gastos. Hoy nos encontramos ante una situación compleja en cuanto al déficit fiscal. Por ello, para poder avanzar en la quita de un ingreso hay gastos que se tienen que reducirse o desaparecer. La quita de retenciones dependerá entonces de la capacidad de la próxima administración para reducir rápidamente los gastos y achicar o eliminar el déficit. Caso contrario habría que implementar otro impuesto para reemplazar lo que se recaudaba a través de los derechos de exportación. Si este nuevo gravamen se aplicará también a las empresas que son exportadoras, la competitividad
que se busca ganar mediante la quita se puede llegar a licuar.

Tengamos en cuenta lo siguiente, se estima que la recaudación por impuestos a las operaciones de comercio exterior representaba un 13% de la recaudación fiscal. Habrá que ver cómo terminó el balance tras la quita de retenciones a las economías regionales y la inclusión del impuesto país.

En el caso de las trabas a las importaciones, es claro que estas responden a la escasez de dólares en el BCRA. Si no llegan dólares frescos, cuesta imaginarse que rápidamente se pueda regularizar la situación. Lo más probable que es que dependiendo la administración se busque regularizar la situación lo antes posible. Quizás lo que se observe, en el caso de llegar al ejecutivo cualquiera de las fuerzas opositoras, es una aceleración en las aprobaciones, la eliminación de trabas innecesarias y la desarticulación de muchos desvíos en el proceso. La desregularización total, la quita del cepo dependerá de cómo ingresen dólares y fondos durante el 2023.

Lo que nadie esta hablando, ni desde el oficialismo ni desde la oposición es cómo se solucionará el problema de la deuda récord del sector privado con sus proveedores en el exterior. Es muy probable que quizás con la llegada de una nueva administración la situación para adelante pueda regularizarse, pero ¿y para atrás? ¿Cómo se va a pagar todo lo que se fue postergando? ¿Se brindará acceso al mercado? Porque de eso dependerá mucho el mañana.

Más allá de las ideologías políticas, aunque mucho se habla de que el futuro está en las exportaciones, en el comercio internacional, y en fomentar los acuerdos de libre comercio por ahora da la sensación de que son ideas sin planes concretos de implementación. Poco se habla de la importación y la exportación -algo que cada vez crece más -, de servicios. De la reducción de los desvíos, de cómo potenciar las economías regionales mediante simplificación de cuestiones burocráticas y mejoras en la logística.

Probablemente la falta de información o de análisis sobre todos estos puntos esto responda a la situación macroeconómica de la Argentina. Los equipos están más enfocados en cómo resolver otros problemas. El tema es que realmente el comercio exterior es clave para sacar adelante a la Argentina. Si se va a dejar como siempre que fluya sin una planificación el potencial argentino quedará sin aprovecharse, y la oportunidad de llevar a nuestro país al siglo XXI quedará trunca.