“Bitrenes, GNC y estándares globales”: la hoja de ruta de Yusen Logistics para una Argentina que se abre al mundo

Con casa matriz en Japón y presencia en más de 50 países y 350 ciudades, Yusen Logistics opera en Argentina con una convicción clara: combinar la capilaridad global con el “vínculo” local. Carlos Marazzi, presidente de Yusen Logistics Argentina, lo resume sin rodeos: “Acá el servicio integral empieza por la relación y se sostiene con calidad, seguridad y tecnología”.

 


11 de septiembre de 2025

Desde su sede en Buenos Aires y oficinas en Mendoza, Córdoba, Salta y Neuquén —más enlaces propios en Uruguay y Paraguay— la compañía atiende industrias que van de la automotriz y la farmacéutica a alimentos y vinos, con soluciones que abarcan transporte aéreo y marítimo, contract logistics, proyecto de cargas y cadena de frío extremo a extremo.

Una red global, un pulso local

La historia reciente de Yusen tuvo un hito en 2011, cuando unificó marcas y sistemas para ofrecer un único estándar de calidad en cualquier punto del mapa. “Hoy un cliente trabaja con Yusen Logistics España o con Yusen Logistics Argentina y encuentra el mismo nivel de servicio, con plataformas integradas y protocolos comunes”, apunta Marazzi.

Ese respaldo global convive con una impronta bien argentina: “Nuestro negocio es de vínculo. El cliente debe concentrarse en su ‘core’ y descansar la logística en nosotros. Para eso necesitamos tecnología y maquinaria a la altura, pero sobre todo equipos con criterio y conocimiento del comercio exterior local, donde Aduana, AFIP y otros organismos añaden complejidad”.

¿Cómo se articula el “servicio integral” entre tecnología y presencia en campo?

Marazzi: “Nos monitorean globalmente y reportamos a Japón. Localmente, la diferencia la hace el trato: cercanía con el cliente, lectura del contexto y ejecución con estándares globales”.

Tres líneas de negocio, múltiples verticales

Yusen estructura su oferta en tres grandes ejes: aéreo, marítimo y contract logistics (almacenaje, valor agregado y transporte terrestre). En un país extenso, este último es el corazón del negocio.

En sectores, la empresa prioriza automotriz (“logística just-in-time, donde un bache frena una planta”), farmacia (cumplimientos y trazabilidad) y alimentos/bebidas. Mendoza es un caso escuela: un equipo experto en la vitivinicultura que opera corredores bioceánicos para exportar e importar vía puertos chilenos. En perecederos, la cadena de frío es completa: depósito refrigerado para carga aérea, contenedores reefer con conexión terrestre/marítima y buques refrigerados.

¿Qué clientes priorizan?

Marazzi: “Los que buscan servicios integrales y valor agregado. Negociamos con navieras y aerolíneas para optimizar costos, pero con tres valores no negociables: calidad, sustentabilidad y seguridad”.

Estándares globales, creatividad local: GNC y bitrenes

Como parte del grupo NYK, Yusen sigue una agenda global —seguridad, sustentabilidad y calidad— que en Argentina exige inventiva. “Asia empuja hidrógeno; Europa, electrificación. Nosotros debemos ser creativos”, dice Marazzi. ¿Las palancas locales? GNC y bitrenes.

“Impulsamos activamente la normativa de bitrenes. Es una inversión grande, no para todos, pero en tramos largos como los nuestros mejora la eficiencia. Y en paralelo trabajamos con GNC para reducir emisiones y costos”, agrega.

¿Las cámaras (FADEEAC, asociaciones sectoriales) mueven la aguja?

Marazzi: “Participamos y aportamos, pero nuestros objetivos responden a una agenda global. La clave es transformar esa vara en soluciones locales concretas”.

El cuello de botella: infraestructura y visión de largo plazo

Marazzi no esquiva el diagnóstico: “Sin una red ferroviaria sana y fuerte, la ecuación logística no cierra”. A los desafíos de Vaca Muerta se suman los del Norte con el impulso del litio. “Hay dos o tres mineras produciendo y treinta proyectos en carpeta. Planificar es vital”, remarca.

El problema, afirma, es de horizonte: “Nos falta visión a largo plazo. Chile proyectó un corredor de GNL de norte a sur. Argentina tiene escala y PBI para pensar un corredor energético-logístico que una Vaca Muerta, Buenos Aires, Córdoba y Jujuy, además de pasos a Chile. Estamos lejos, pero esa es la discusión”.

¿Qué reformas habilitarían una logística más competitiva?

Marazzi: “Impositiva y laboral. La competencia llegó para quedarse —las importaciones desde China crecieron fuerte—; la industria necesita herramientas simétricas. El consumidor compra valor, no impuestos ni litigios”.

Puertos y tendencia global: más escala o ser feeder

Sobre el Puerto de Buenos Aires, Marazzi es claro: “Algo había que hacer. Si no, terminábamos como un país netamente ‘feeder’, con costos más altos”.

Con obras en Brasil, Uruguay y Argentina al mismo tiempo, la región vive una transición. “Buenos Aires no puede quedar solo para cruceros: no justifica los costos. El mundo va a buques más grandes, más carga por escala y menos emisiones. Argentina no tiene escala para replicar el modelo de terminales por armador, pero debe aumentar su calado y eficiencia para subirse a esa ola”.

¿Cuál es la oportunidad para Argentina en la red global de Yusen/NYK?

Marazzi: “Somos parte necesaria de la estrategia. Tenemos clientes globales y comunidad japonesa relevante. La lupa es más exigente que en economías estables, sí, pero la oportunidad existe”.

Un cambio de clima en la percepción país

Argentina viene de un período de “disculpas y lupa” por la deuda y la volatilidad. Hoy, dice Marazzi, se percibe incertidumbre con expectativa: “Se insinúa una economía más abierta y algo más de seguridad jurídica. No alcanza, pero es un giro”.

¿Latinoamérica en el centro?

Marazzi: “Después de 25 años, por primera vez veo a Latinoamérica en el centro del crecimiento mundial. Japón y Europa crecen poco; China desacelera; los nuevos mercados están en África y Latinoamérica. Si Argentina se vuelve competitiva, puede abastecer a Brasil y ganar escala regional”.

Conclusión

Yusen Logistics apuesta a una fórmula concreta para navegar la complejidad argentina: estándares globales + relación local + creatividad aplicada. Bitrenes y GNC como puentes hacia la eficiencia; especialización sectorial (automotriz, farmacia, alimentos y vinos) y una red que une Mendoza con los puertos chilenos, Neuquén con Vaca Muerta y el norte con el boom del litio.

El diagnóstico es realista —falta ferrocarril y, sobre todo, visión de largo plazo—, pero la lectura es optimista: si el sistema logra escala portuaria, reglas previsibles y reformas que nivelen la competencia, Argentina puede pasar de la “lupa” a la integración plena en las grandes rutas del comercio. Y allí, promete Marazzi, Yusen estará con la misma bandera que en Tokio o Madrid: calidad, seguridad y sustentabilidad al servicio de la industria.