Oil Fox
Nueva planta de biocombustible
Está ubicada en el Parque Industrial de Ramallo. La misma funcionará en un principio a base de aceite de soja. Luego la intención es suplantar esa materia prima por algas, que pueden también proveer aceite, pero con una un mayor rendimiento y menores costos de producción.
Jorge A. Kaloustian, presidente de Oil Fox, explicó las razones que lo llevaron a apostar por el biodiesel -cuando nadie lo hacía-, e invertir en un proyecto innovador que posee actualmente un gran potencial de crecimiento.
El Semanario: ¿Dónde está proyectado este negocio?
Jorge A. Kaloustian: Hay un mercado realmente importante. Hay que tener en cuenta que en el país se sancionó una Ley de Biocombustibles en el 2005, que entró en vigencia en 2010, que exige un corte del 5 por ciento para las naftas. Esta ley está diseñada a imagen y semejanza de otras leyes que hay en el mundo entero, por ejemplo la Norma Comunitaria 2003, donde a partir del 2005 había que cortar en un 2 por ciento e ir creciendo hasta llegar a un techo que ellos planean en el 2020 llegar al 20 por ciento.
Para tener una idea de magnitud de la demanda que se viene, sólo con el 3.5 de corte en Europa, ya significa que van a necesitar 9500 millones de litros de biodiesel.
Argentina que es el principal exportador de aceite de soja del mundo, produce 7 mil millones de litros. Es decir que si tomamos esa cifra y la convertimos en biodiesel, todavía no alcanza para abastecer la demanda europea.
El Semanario: Por otro lado el gobierno nacional anunció que el plan es ir aumentando el corte
J.K: Si, se anunció que antes de fin de año la idea era llevarlo al 10 por ciento, el objetivo al que se apunta es ir progresivamente sustituyendo gasoil por biodiesel. Lo interesante es ver de dónde viene la materia prima, si de la soja, o como en nuestro caso de las algas.
El Semanario: ¿Cuándo comenzaron con la producción de biodiesel?
J.K: Nosotros comenzamos a producir biodiesel en 1997, cuando nadie hablaba de biodiesel, y la primera inscripción de una planta de este tipo la hicimos nosotros en la secretaría de energía, cuando era algo novedoso porque ni se hablaba de este tema.
En el 2005, cuando entra en vigencia la norma comunitaria, un grupo europeo nos compró a través de contrato la producción de los próximos 5 años. Ahí fue cuándo salimos a buscar inversiones porque teníamos todo el producto vendido, y necesitábamos hacer una planta en función de esa magnitud de demanda. Entonces en Ginebra, estuvimos reunidos con un Grupo Inversor importante quienes exigieron tres condiciones, un plan comercial (que ya estaba hecho porque ya estaba vendida la producción), tecnología que nosotros teníamos y era muy buena a nivel internacional, y que les mostráramos un contrato de provisión de aceite de soja que era la materia prima para la planta. En aquel entonces ninguno de los grandes aceiteros nos quiso firmar un contrato a largo plazo, entonces se nos cayó la operación y tuvimos que salir a buscar un plan alternativo.
Por otra cuestión paralela, que no tiene que ver con esto, en el 2000 nosotros ya teníamos una producción de algas -que la tenemos como suplemento alimenticio- entonces empezamos a trabajar buscando la manera de poder sacarles aceite. Lo interesante es que la cosecha de algas es diaria. Por eso en una hectárea de algas se obtienen 100 mil litros de aceite, contra 400 litros de una hectárea de soja. Pero además, una vez que se extrae el aceite, queda el subproducto alimenticio.
El Semanario: ¿Cómo es el plan de trabajo con las algas?
J.K: Lo primero que hicimos fue terminar la planta de biodiesel, durante este año vamos a tomar aceite de soja y le vamos a agregar un poco de aceite de alga, porque tenemos algunos invernaderos. A medida que vayamos obteniendo rentabilidad de la planta de biodiesel, vamos a ir creciendo en cantidad de invernaderos, hasta llegar a 500 invernaderos (que son 50 hectáreas) y abastecen a la planta. Con 50 hectáreas de algas, se obtiene la misma cantidad de aceite que 200 mil hectáreas de soja. Por lo tanto nos vamos a autoabastecer, no vamos a necesitar aceiteras. Pero además tiene un subproducto, o sea que además de hacer energía, provee alimentos; y por otro lado posee la ventaja de que los invernaderos no ocupan espacio, y su producción es muy sencilla porque el desarrollo de las algas se va incrementado a partir de que las mismas algas devoran dióxido de carbono, por lo tanto tenemos un acuerdo con la Central Térmica de San Nicolás, para hacer un ducto y burbujear dióxido de carbono dentro de los invernaderos.
pict_382El Semanario: ¿Cómo es el proceso de producción de aceite a través de las algas?
J.K: Las burbujas de dióxido de carbono se disuelven en el agua y así está disponible para las algas. Las algas lo comen y la secuencia del carbono lo transforma en aceite, liberando oxígeno.
En el mundo, actualmente se está analizando la producción del biodiesel a base de algas, estuve en Berlín en noviembre pasado donde 70 países discutimos sobre este tema, y una de las conclusiones a las que se arribó es que el producto técnicamente más viable, y económicamente factible es el de Argentina.
Hoy no se discute la factibilidad de las algas como materia prima para lograr biodiesel, sino que la discusión se centra en si es económicamente viable, porque intervienen tres factores importantes, que son el dióxido de carbono, que si se compra sale muy caro. En este caso nosotros lo obtenemos en forma gratuita.
Los otros elementos son: la energía y los nutrientes. Porque si uno toma energía, para hacer energía renovable, ¿dónde está la ganancia? En nuestro caso pusimos un digestor anaeróbico, que mediante desechos cloacales de animales (también de esta forma se evita que los tiren al río como se hace en la actualidad) produce energía. Cuando se hace la digestión anaeróbica mediante bacterias metanogénicas –un proceso técnico, químico, biológico- se degradan esos desechos y se los transforma en sales nutrientes. Esas sales quedan luego de la digestión anaeróbica, se diluyen en agua, y también tenemos gratis los nutrientes en el invernadero.
Quiero destacar que esta planta de biodiesel es única en el mundo, y se pensó para que sea hiper amigable con el medio ambiente, el agua utilizada es la de lluvia, entre otros aspectos que se tuvieron en cuenta. Es la planta de biodiesel más grande del mundo a base de algas, que además lo fabrica barato, quita desechos al medio ambiente, y genera alimentos.
El Semanario: ¿Cuáles serían esos alimentos?
Marcelo Decoud, Vice presidente ejecutivo: El biodiesel es un gran hallazgo, si bien también lo es la cantidad de productos alimenticios derivados del alga. Por ejemplo, hoy se está tratando de promover un nuevo producto avícola, que es el huevo Omega 3, y el mejor componente nutricional para la producción avícola es el suplemento de algas. Lo mismo ocurre en la producción porcina, con el Omega 9. Hemos sido consultados por la FAO, sobre la posibilidad de producir alimentos con las algas, y la documentación que estamos preparando en base a nuestra experiencia va a ser publicada por Naciones Unidas.
Producción y desarrollo
El Semanario: ¿Cuál fue el plan de negocios pensado desarrollar la planta?
M.D: El aspecto tecnológico fue desarrollado con una inversión personal del presidente de esta compañía durante 12 años. Primero analizamos los componentes y vimos que uno de los mayores objetivos que teníamos era la responsabilidad corporativa, que significa que el proceso de diseño de planta y sistema de producción fue hecho con un cuidado ambiental máximo, con mucha innovación para que sea factible.
El Semanario: ¿Apuntan a desarrollarse en otros países?
M.D: Si estamos en etapa de creación y creado Oil Fox en Uruguay, Paraguay, Chile, Colombia, estados Unidos, y hace poco hemos vendido una planta llave en mano en Corea.
Ubicación
Para finalizar Kaloustian, destacó que eligieron la zona de San Nicolás para instalar su planta, "para estar cerca de uno de los únicos puertos públicos habilitados para trabajar con combustible." Además otra ventaja que resaltó es que se encuentra al lado de la Central Térmica que será la que puede proveer el dióxido de carbono que necesita el proceso de elaboración de biodiesel con algas.