Nota de opinión
Licitación de la hidrovía: ya que estamos, que el plomero afine el piano.
La reciente publicación del pliego ha deparado grandes sorpresas. Hablaremos aquí de una de ellas: el requerimiento de proveer el servicio para atención a Derrames de Hidrocarburos en toda la extensión del área de responsabilidad, desde Confluencia hasta el Océano.
Sabemos que una empresa de dragado de clase mundial no tiene ni personal ni entrenamiento y tampoco tiene necesariamente experiencia en esas específicas tareas de respuestas a emergencia en derrames.
Pues bien. Parece que a los redactores del pliego se les ocurrió que el plomero, ya que está, puede darse maña para afinar el piano (¿acaso que plomero no sabe afinar un exquisito Imperial 290 de Bösendorfer?, por favor). Total, si no sabe no importa. Eso sí, va a cobrar por eso, y muy bien. Y lo pagarán los usuarios.
Todo deberá estar de acuerdo con lo establecido en el PLANACON (Plan Nacional de Contingencias) DPMA Tomo 6 OM 8/98. Es decir que el concesionario deberá estar listo para una respuesta a derrames “y otras emergencias” como dice el pliego, y deberá cumplir con todos y cada uno de los requisitos establecidos para ser una empresa de respuesta a emergencias. Raro, ¿no?
Primeramente, estas “otras emergencias” se describen como eventos que podrían obstaculizar la navegación (lo dice el pliego). O sea, Un buque varado debería (¿o podría?) ser asistido por el concesionario. Primera “rareza” que se las dejo picando para que vayan atando cabos (de remolcadores). Pero será tema de otra nota.
Por lo tanto, el concesionario deberá estar listo 24 horas los 365 días, y deberá instalar 9 (sí nueve) estaciones de respuesta entre Confluencia y el Océano. Cada una con un mínimo de 4 personas a la orden (especializadas y con entrenamiento), y sus correspondientes relevos.
También, para no perder el sentido del sadismo, en el pliego se establece que la respuesta a cada eventual emergencia deberá ser “a la mayor brevedad posible”, término absolutamente inadmisible en respuesta a emergencias, por ser subjetivo e indefinido. En todo el mundo los equipos de respuestas a emergencias establecen perfectamente el tiempo máximo tolerable de respuesta en función de la disponibilidad de personal, equipos, desplazamiento y distancias en cada escenario. Sino que los redactores expliquen por qué definieron 9 estaciones, en base a que. Bueno, admitamos que la ignorancia simplifica.
Pero claro, como la atención a emergencias es un mito para los funcionarios, afortunadamente en el pliego se indica didácticamente (y gracias por tanta sabiduría) cómo se deben hacer las cosas. Le enseñan al plomero cómo debe afinar un piano. Y dice textualmente “El método a utilizar deberá ser el más eficiente a los fines de recolectar el producto derramado con la menor cantidad de agua posible”. O sea, en caso de que acontezca un derrame que sea una catástrofe ambiental no importa, habrá que “asegurarse que el producto no tenga agua”. Increíble. ¿Esto sería para que el costo de la disposición final no sea tan oneroso? ¿Cuál es el fundamento de tremenda inconsistencia?
Parece una broma, pero es así. Una barbaridad técnica que da vergüenza ajena, habiendo empresas de respuesta a emergencia tan profesionales e importantes en el país, con la tradición que hay en el país en esta área, tanto en empresas como en armadores, terminales petroleras y refinerías, e incluso toda una división en Prefectura Naval Argentina con décadas de experiencia y técnicas de primer mundo; que los funcionarios públicos supuestamente asesorados redacten un pliego de este nivel técnico de tal mediocridad es simplemente irrespetuoso.
Pero a no preocuparse. Porque está todo previsto. El pliego establece que todo el costo por este servicio deberá formar parte de la tarifa base. O sea, los usuarios van a pagar por todo este despliegue, que será llevado a cabo de buena fe por un concesionario que, al no ser una empresa de respuesta a emergencias, además de tomarse un lógico margen en su estructura de costos debido a su incertidumbre, deberá salir a subcontratar este servicio. Saluden a la competitividad, que se va.
Ahora, me pregunto, si la ley vigente establece que los costos preventivos y de respuesta tanto los emergentes como los de recomposición ambiental deben ser asumidos por el generador de la emergencia, ¿por qué debe estar este servicio en la tarifa base que todos pagarán? Alguien dijo “les bocharon el OSRO y nos lo metieron por acá”. Impresentables. No tengo pruebas, pero tampoco dudas.
(*) El autor es Ingeniero Naval egresado del ITBA, Executive MBA del IAE Business School, Postgrado en Petróleo y Gas de la Universidad Católica Argentina, Especializado en Operaciones de Buques Tanque en Port Authority New York & New Jersey, con más de 25 años de experiencia en operaciones fluviomarítimas y portuarias, en hidrovías de Canadá, Estados Unidos, China, Holanda, Colombia, Venezuela, Brasil, y en la Hidrovía Paraguay Paraná. Actualmente se desempeña como Vicepresidente de Proyectos Marinos en Patterson Marine.